Secciones
Servicios
Destacamos
No existe un arma más eficiente, barata y de fácil acceso que el miedo. No es necesaria ninguna instalación sofisticada ni una materia prima tangible para intervenir en el comportamiento de los individuos. Desde el principio de los tiempos, cuando las especies tomaron conciencia de ... sí mismas o, más concretamente: desde que el primitivo ser humano lanzó su mirada temblorosa hacia el cielo y comenzó a enfrentarse contra las bestias. Contemplar la 'salida' del Sol o arrodillarse frente a los fenómenos meteorológicos, el hombre comenzó a temer. Ninguna especie se libra de ese efecto.
Pero desde las civilizaciones más antiguas hasta la que nos ha tocado vivir, los humanos, con su inteligencia aplicada, ha manejado el miedo a su antojo. Desde los pueblos precolombinos, que ofrecían a los dioses el sacrificio de sus semejantes para acallar el trueno de los dioses. La imprevisibilidad de Calígula o la crueldad de Nerón, el poder se ha servido del miedo y sus derivados para manejar la sumisión de las masas. Soldados despedazando a sus semejantes. Aderezado con unas dosis de odio, ambición, codicia o la propia envidia, el miedo se modula, transformándolo en pánico o, peor: en terror.
La religión y la política llevan miles de años aplicándolo. La ignorancia y la falta de juicio son la guarnición necesaria. La religión avisa de que Dios lo ve todo y, si no cumples con los preceptos inventados por el sumo sacerdote, tu alma irá al infierno o tu familia sufrirá las plagas de Egipto. Stalin sembró de terror la URSS con sus purgas. Hitler, lo que sabemos. Entramos en pánico cuando nos enfrentamos a alguien que nos dice la verdad sobre nosotros. La ansiedad o miedo escénico del escritor ante un folio en blanco. O, modestamente: este servidor de ustedes ante esta cita semanal.
El coronavirus (como en su día el sida) está causando estragos. Pone en riesgo la celebración de la feria mundial de móviles de Barcelona. Puede parecer un asunto menor, pero es solo un ejemplo de otros miedos que están por llegar. La interconexión global, amigos.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.