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Es uno de esos videos en YouTube de los muchos de su género. En un colegio de Inglaterra, el 'bully' (matón) del patio, un rubio enorme, va a por un chaval la mitad de su tamaño y con la muñeca derecha ya escayolada debido a ... un ataque anterior. Le empuja al suelo y luego, manteniéndole bajo control con la mano agarrándole la garganta, le tira el contenido entero de una botella de agua por encima de la boca y la nariz, como si fuese un prisionero Talibán en la cárcel de Guantánamo.
La víctima del ataque es Jamal, un quinceañero y refugiado sirio de Homs. «Cuando el video se hizo viral, sentí una tremenda vergüenza. Ser visto por tantos millones, me despertó por la noche y lloré sin parar. No me entienden». Al 'bully' le llevaron al tribunal (no se puede nombrarle por ser menor), y en ese momento entra en escena Stephen Yaxley, el reconocido jefe de los hooligans británicos, violentos y xenófobos de pura cepa. Dice que pelear forma parte del ADN anglosajón, que los musulmanes están conquistando Inglaterra... Ahora, aprovecha el juicio para publicar mentiras sobre la víctima, Jamal, que es violador y que las chicas inglesas dan las gracias al acusado por defenderlas…
Por fin, han mandado a Yaxley a la cárcel por desacato, donde sigue con sus actividades online. En la Web, se llama a si mismo Tommy Robinson. Suena más 'Alpha Plus'. Además de ser nombre de un ultra de muy mala fama, en la Segunda Guerra Tommy era un apodo para un soldado inglés. Tiene muchos seguidores, entre los cuales figura el jefe de la mismísima red social, Elon Musk. En una muestra del tipo de persona que es en realidad, el hombre más rico del mundo y el más reciente mejor amigo de Donald Trump, ha dado sus opiniones sobre el caso, preguntando a los 200 millones de personas que siguen sus comentarios en su juguete, X: «¿Por qué Tommy está en la cárcel?», antes de llamar al Reino Unido un «estado policial tiránico» y expresar su solidaridad con el matón… (¡Anda! ¿Gran Bretaña tiene un trol?)
La historia ha cogido alas y su protagonista, el niño Jamal, está olvidado, una pena porque ha sufrido terribles injusticias. Ha escapado de la guerra en su Siria natal para aguantar 'bullying' en el colegio y luego quedar en el foco de los ataques de un macarra online y Elon Musk, el 'influencer' más infiltrado en la Casa Blanca. Difícil comprender tal sufrimiento de alguien tan joven. Solo queda esperar que la caída de Al-Assad les consuele a él y a su familia.
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