Francisco Igea y Alfonso Fernández Mañueco, en el último pleno de las Cortes.

El médico a palos

Balas de fogueo ·

«Supongo que el exceso de carga, la dispersión de la población y una plantilla escasa y en estrés permanente han hecho la situación insostenible»

Antonio Salinero

Valladolid

Lunes, 20 de septiembre 2021, 07:18

No hace falta ser un peligroso antisistema para darse cuenta de que, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que la pandemia desaconseja el contacto, llevamos mucho tiempo con una atención primaria deficiente. Supongo que el exceso de carga, la dispersión de la ... población y una plantilla escasa y en estrés permanente han hecho la situación insostenible.

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En el medio rural, terapia darwinista con cita previa, y en el urbano consulta telefónica con prescripción de la purga de Benito y recitado infantil: cura, sana, culito de rana, si no sanas hoy, sanarás mañana. Así que con semejantes cataplasmas en los consultorios se oye hablar tan mal del sistema que, en comparación, las imprecaciones de la niña del exorcista tienen vocación poética.

Afortunadamente para Alfonso Fernández Mañueco (quién iba a pensar) el negociado del ramo se lo quedó Francisco Igea, que además es el único que ha dado la cara en el asunto de las restricciones, así que ahora, tras poner el grito en el cielo y rasgarse las vestiduras a cuenta del llamado Plan Aliste, hace sus cálculos electorales para apretar cuando convenga el botón del pánico, soltar lastre y dar la estocada definitiva a Ciudadanos.

Todo parecía indicar que se había terminado el pegamento y que estábamos en la fase del sálvese quien pueda, pero mañana se presenta otra declaración de intenciones, otro brindis al sol para ganar tiempo y evitar una elecciones que tampoco quiere el PSOE y que, ya se sabe, las carga el diablo.

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