Nos faltan el puñetazo en la mesa de los alcaldes de Móstoles, un centenar de chisperos, los capitanes Daoiz y Velarde, el batallón de mujeres hartas y un pueblo cabreado contra los gabachos, a los que han sustituido la mentira, la ocurrencia y la carcajada. ... Hoy chirrían todos los goznes, como aquel 2 de mayo de 1808, y podría ser el día de «San Seacabó» pero es «el día de la madre». Y bueno está, porque igual podríamos celebrar el «de las tragaderas», «la tontuna» o «la maldita resignación», tres efemérides que celebramos todos los días del mes, todos los meses del año.
'¡Dos de mayo que nos cayera!' Dice José Sacristán: «No somos mejor que la clase política que nos representa, puesto que somos nosotros los que los jaleamos y los aplaudimos por necios que sean, por torpes que sean y por siniestros que sean…» Es verdad y eso hace excepcional a aquella España rompedora de 1808 en la que, mientras que militares, nobles, dirigentes y poderosos preferían servir de alfombra a los franceses, fue el pueblo llano el que tomó la calle- hoces, horquillas y garrotas-, para acabar con la asfixia de una situación insoportable.
Hoy «el dos de mayo» lo levantamos en las redes sociales y en las terrazas de los bares para comentar el dislate del día, pero ahí acaba todo porque la mansedumbre nos tiene anquilosados. Y si una pobre ministra, que no ministra pobre, suelta la parida de «hijo, hija, hije», «escuchados, escuchadas, escuchades»… nos reímos felices y cargados de superioridad, aunque la «niñe» se siente en el Consejo de Ministros, maneje a capricho un presupuesto de 451 millones y levante un sueldo mensual que supera los 6.000 euros. ¿Mérito y capacidad? ¿Alguien duda de que si no estuviera con quien está, no estaría donde está? Sus bobadas la definen pero ¿quién se ríe de quién? Cuando nos mienten y nos arrancan un voto con el que después nos zarandean, ¿quién se ríe de quién?
En una España en la que prosperan las colas del hambre, la foto más vista es la navaja que ha enviado un pirado y se hace pecado la duda sobre unas supuestas amenazas de muerte, mientras se pacta con los que no condenan el asesinato efectivo… ¿Quién se ríe de quién? ¡Dos de mayo que nos cayera!