El otro día volvió a circular ese vídeo con pinta de casero donde se daban consejos en caso de atragantamiento. Dos matrimonios (me gusta esta expresión, así que la digo, aunque no sepa si esos dos hombres y mujeres están casados). Dos matrimonios, digo, y ... uno de los hombres, de pronto se atraganta. Una mujer hace todo lo que hay que hacer (tos, golpes y ya maniobra Heimlich). Al final aparece un profesional que corrobora todo lo que ha dicho la señora en esa escena como de 'Vivir cada día'.
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Cuando yo era pequeña se murió la actriz Luisa Sala atragantada. Era muy popular. Como si la estuviera viendo. Añadí un miedo a los terremotos y a las arenas movedizas. Los primeros los veía en los telediarios; los segundos, en las películas. Ya no hay arenas movedizas, pero una hermana de Rodrigo Rato acaba de morir atragantada en un restaurante. He vuelto a ver el vídeo de los dos matrimonios unas treinta veces. Tos, golpes, maniobra de Heimlich.
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