R. C.

No matarás

EL LUCERNARIO ·

El acoso se está disparando y la ayuda no llega. En tres años las cifras de suicidio se han multiplicado por tres y nadie tapona el sumidero por el que se cuela el divino tesoro

Laura Ríos

Valladolid

Lunes, 6 de marzo 2023, 00:17

Hay casi tantas formas de vivir como de morir. Incluso uno puede vivir con la sensación de estar muerto, engullido por los miedos, las decepciones o los reveses. A eso lo llaman sobrevivir. El aislamiento social que nos trajo la pandemia ha deteriorado nuestra salud ... mental y eso nos ha convertido en seres profundamente vulnerables. El impacto es más hondo cuando hablamos de aquellos que comienzan a proyectar el adulto que serán. La adolescencia trae consigo grandes cambios físicos y psíquicos. Se nada en un mar de dudas y de tribulaciones. Ser púber hoy tiene un coste mucho más elevado. Las redes sociales son el altavoz del verdugo y el infierno de la víctima.

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El acoso se está disparando y la ayuda no llega. En tres años las cifras de suicidio se han multiplicado por tres y nadie tapona el sumidero por el que se cuela el divino tesoro. La omisión también es una forma de matar. Las administraciones están eludiendo el deber de proteger a la generación más indefensa. Es necesario tomar decisiones: aumentar el número de orientadores en los centros educativos, dimensionar la plantilla de profesionales de salud mental, así como promover acciones de concienciación para frenar la conflictividad dentro y fuera de las aulas. Conviene abrir los ojos, como padres y como sociedad, y detectar alarmas que no siempre son visibles. No se puede seguir viviendo de espaldas a una realidad que mata a muchas familias en vida.

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