La Universidad de Valladolid (UVA) esconde en sus entrañas un legado de coraje que se reveló en los momentos más cruciales de la España franquista. ... La revuelta estudiantil de 1975, que culminó con el cierre temporal de la universidad, es el ejemplo paradigmático de cómo un grupo de jóvenes desafiaron el orden establecido. El acto conmemorativo que se celebra hoy en la Facultad de Derecho recuerda cómo los estudiantes no se doblegaron ante el régimen y mostraron el camino a la burguesía acomodada e intelectual de la época, llegando incluso a involucrar como parte fundamental a la Iglesia y a captar la atención de actores internacionales tan importantes (y dramáticos) como la CIA.
Publicidad
Este momento de ruptura es un reflejo de la desintegración de un régimen caducado. La «Universidad Paralela» que los estudiantes construyeron a través de actividades clandestinas y okupas intelectuales, lejos de ser una mera forma de resistencia, fue la génesis de una nueva forma de entender la libertad y el conocimiento. En ella, los jóvenes tejieron una red de solidaridad, desmontando la idea de una ciudad adormecida y sumisa.
El valor de esos estudiantes fue, y sigue siendo, una inspiración para aquellos que creen que el cambio nace desde la base, desde el coraje de quienes se atreven a cuestionar lo establecido. Es un ejemplo de esa Valladolid paralela que existe y que, lejos de ser conservadora, ha sido artífice de una de las transformaciones culturales más significativas de la transición española.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.
