Las rupturas son un éxito, sobre todo para el que lo deja. El primero en dar el paso es el que sienta la versión oficial ... de los hechos. El que decide romper va un paso por delante, juega con ventaja. Pasa con las parejas, con los pactos políticos, con los grupos de música.

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Hace 55 años, el 10 de abril de 1970, Paul McCartney anuncia que ha dejado los Beatles y promociona su nuevo disco. Hoy, 11 de abril de 2025, Leire Martínez, última vocalista de La Oreja de Van Gogh, lanza su primer single como cantautora. La noticia del británico pilló más por sorpresa a fans de todo el mundo, pero la salida de la guipuzcoana nos apela directamente como españoles nostálgicos. Ambos comparten la universalidad de una ruptura y el privilegio de ser quienes la cuentan. Ambos, para más inri, han utilizado argumentos parecidos. Primero apelan a la vocación artística, a la necesidad creativa individual. Después, salen las rencillas internas, los problemas de cama, la 'mano negra'.

McCartney ha lanzado con éxito 24 álbumes desde entonces, el último en 2020. Tardó un año en hacer alusiones a la banda más famosa de todos los tiempos. Lo hizo en 1971 con la canción «Too many people» (demasiada gente), en la que critica a Yoko tras la ruptura de los Beatles. Leire ha tardado apenas unos días. La inmediatez en este siglo lo es todo. Ahora lo llaman hacerse un 'shakirazo', como si se hubiera inventado antes de ayer la técnica de aprovecharse del éxito conjunto para empezar una carrera en solitario.

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