Los vecinos de La Cistérniga salieron a la calle a protestar por la presencia de okupas en la vivienda de unos octogenarios. Al parecer, los indeseados 'inquilinos' se habían instalado allí para frustración de los dueños, que ignoro si la han recuperado ya o siguen esperando que guardias, bomberos o cerrajeros entren por la fuerza. Ya sé que en la Constitución hay un artículo que garantiza que todos los españoles tenemos derecho a «una vivienda digna y adecuada», y aunque no dice que tengamos que pagar por ella no creo que nadie creyese que iba a ser a coste cero. O sea: casa sí, pero apoquinando. Sin embargo, con más frecuencia de la deseada hay individuos que se cuelan en vivienda ajena, aunque sea propiedad de una entidad bancaria, que las tiene a porrillo.

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En otro pueblo muy cercano a la capital también entraron a saco en un adosado de la Sareb (ya saben: el llamado banco malo, como si los hubiera buenos…), lo que obligó al vecindario a cantar la gallina. Cuando al fin consiguieron sacarlos el resultado no pudo ser más desolador porque, en lugar de convertir aquello en un hogar, habían encendido fogatas en el suelo del salón, destrozado puertas y acumulado más mierda de la que hay en el vertedero de Villanubla. Y es que una cosa es 'expropiar' a las bravas un sitio para habitar y otra llenarlo de porquería, lo que convierte al que lo hace en un marrano integral. Doble delito.

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