Groucho era demasiado indulgente con los niños: «Claro que lo entiendo. Incluso un niño de cuatro años podría entenderlo. ¡Que me traigan un niño de cuatro años!». Los políticos alemanes se han sometido a preguntas de niños. Veo la foto de Armin Laschet, ... de la CDU, y candidato a suceder a Merkel, en una carpa de circo, sentado en una silla diminuta y con dos niños de 11 años.
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Muy aplaudida su osadía en las redes sociales. A ver si han creado dos monstruitos. Tampoco es una rareza. Que a una niña como Greta Thunberg se le ha hecho demasiado caso. 'Queridos niños' se llama la última novela de David Trueba. Los queridos niños son los votantes (el narrador trabaja en una campaña electoral).
A la hora de tratar a los niños, a los de menos edad, siempre he seguido la vía Lebowitz: «Pregúntale a tu hijo qué quiere de cenar sólo si paga él». Y, sobre todo: «Nunca, para causar efecto, apuntes con un revólver a un niño pequeño. No lo entenderá».
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