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Maribel Rodicio.
Maribel, en traje de chaqueta en el incendio

Maribel, en traje de chaqueta en el incendio

No iré a tu entierro. No iré a tus funerales. Quiero recordar a aquella Maribel del traje de chaqueta. Aquella Maribel maqueadita y guapa que un 22 de Agosto de 2000 nos tiznamos de humo juntos

Martes, 29 de marzo 2022, 19:18

Eran en torno a las tres de la tarde de un 22 de agosto del año 2000 cuando salí de mi casa en Medina camino al Lion D'Or en Valladolid. Allí quedábamos Maribel y yo normalmente los jueves,aunque no siempre. Un café, normalmente matutino, no en este caso y a ponerse en marcha. Aquella tarde en dirección a Cuenca de Campos. Una exposición en el museo era la excusa. 'Tinín', el alcalde en esos días nos esperaba en su pueblo.

En el trayecto y cerca de Rueda vi una inmensa cortina de humo. Ardían rastrojos como gasolina en aquella tarde de agosto. Me sorprendió que no hubiera nadie sofocándolo, detuve el coche, me lie a hacer fotos. El incendio llegaba hasta cerca de Valladolid. Llegué a la Redacción, no había nadie, dejé dos carretes de fotos en la mesa de Chema con una nota explicativa.

Recogí a Maribel en El Lion d'Or. Aquel día se había puesto guapa, elegante, con traje de chaqueta. Un detalle importante que ella me hizo observar fueron sus zapatos de tacón, decorados con cristales de colorines. Lo recuerdo perfectamente. Aquel día había decidido ponerse de tiros largos. ¡Por qué no! ¡Íbamos a un museo! Iniciamos el camino a Cuenca. Subíamos la cuesta de la Avda. de Gijón que nos llevaba a nuestro destino cuando el humo lo invadía todo. La capital estaba rodeada por fuego de rastrojos que amenazaban viviendas en la periferia, reduje la velocidad, los dos mirábamos el paisaje, salí de la carretera por un camino, nos apeamos. La visión era dantesca, llamas y humo rodeaban la ciudad. Maribel, vestidita con su traje de chaqueta, maqueada impecable, con sus zapatitos de tacón y cristal, guapísima ella, en ese instante me miró y me dijo... ¡SOMOS PERIODISTAS, FRAN! El museo tendrá que esperar.

Y así empezamos a caminar sobre rastrojos sin quemar, sobre rastrojos ya quemados. Nos acercamos a las llamas, a las casas en peligro. Primero en el entorno de Zaratán y más tarde por todo el perímetro de Valladolid. Intentamos preguntar a uno de los bomberos, que inmediatamente reconoció a la Rodicio. Días antes, en su 'De ayer a hoy', Maribel se había hecho eco de una protesta vecinal por la tardanza en llegar a un incendio de los bomberos, y enfadados se negaron a contestar a sus preguntas, (siempre se mata al mensajero, eso no cambiará nunca). Vi a uno de Medina, el sí accedió a sus preguntas.

Terminamos aquél 22 de agosto en la redacción, sucios y apestando a humo.

Por supuesto, días después fuimos a Cuenca de Campos para hacer aquel reportaje en el museo.

Ese día, solo fue un día más de los muchos que compartimos Maribel y yo. Miles de kilómetros en el Xara rodando y pateando juntos toda la región, todas las provincias.

Buscamos los supuestos orígenes leoneses de la suegra de George Bush.

Junto con María Aurora en las Edades del Hombre de El Burgo de Osma. Qué reportaje salió de allí. Fantástico. Por citar alguno me quedaré con estos dos, pero hubo tantos...

No iré a tu entierro. No iré a tus funerales. Quiero recordar a aquella Maribel del traje chaqueta. Aquella Maribel de los zapatos de cristal. Aquella Maribel maqueadita y guapa que un 22 de agosto de 2000 nos tiznamos de humo juntos.

Hoy en el momento que te están enterrando haré lo que harías tu. Iré hoy con otra compañera para hacer un reportaje a unas mujeres ucranianas que lo están pasando mal.

Aunque a cuenta gotas, sigo siendo lo que tú y otros antes que tú me enseñastéis a ser. Periodista.

Gracias Maribel. Buen viaje.

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