Infancia en el foco: desafíos pendientes

La sombra de la pobreza. A pesar de los esfuerzos, uno de cada cuatro niños y niñas en Castilla y León vive en riesgo de pobreza o exclusión social. Según la Encuesta de Condiciones de Vida de 2023, el 25,6% de los menores de 17 años se enfrenta a esta realidad en el ámbito nacional, un porcentaje que sube al 34,5% a nivel general del país. Estos números no son solo cifras; son vidas marcadas por la incertidumbre, con implicaciones directas en su acceso a derechos básicos como la alimentación, la educación y la vivienda.

La pobreza no discrimina, pero se agudiza en casos de familias extranjeras: el 71,6% de los niños con progenitores extranjeros está en riesgo de exclusión social, lo que refleja barreras estructurales que debemos afrontar como sociedad.

La vivienda: un derecho en riesgo. En Castilla y León, el 12% de los hogares con niños sufre retrasos en pagos relacionados con la vivienda, y el 13% no puede mantener una temperatura adecuada en sus hogares. Estas condiciones, sumadas al 9,1% de hogares afectados por contaminación y problemas medioambientales, subrayan la fragilidad de muchas familias frente a necesidades esenciales.

El impacto silencioso de la tecnología. También nos preocupa la situación de la infancia en el ámbito digital. Si bien, la revolución digital ha cambiado el panorama de la infancia y la adolescencia trayendo grandes beneficios, igualmente nos enfrenta a grandes y nuevos retos. En Castilla y León, uno de cada tres niños podría estar haciendo un uso problemático de Internet, y uno de cada cinco presenta síntomas de adicción a los videojuegos. Estos fenómenos se entrelazan con desafíos como el ciberacoso, que afecta a uno de cada cuatro adolescentes y la exposición temprana a contenidos sexuales, problemática que enfrenta casi el 40% de los adolescentes, o las apuestas y el juego de dinero online, prácticas que han iniciado más de 2.000 adolescentes en Castilla y León.

Estas cifras deben abrir el debate sobre la responsabilidad compartida entre familias, educadores y gobiernos para gestionar la relación de los menores con las tecnologías, promoviendo un uso saludable y seguro.

Salud mental: una emergencia ignorada. Un aspecto crítico, y a menudo invisibilizado, es la salud mental de nuestros niños, niñas y adolescentes. En nuestra región, el 13,9% de los adolescentes muestra síntomas de depresión grave o moderada, y la ideación suicida alcanza el 9,6%. Estas cifras evidencian un sistema que todavía no está preparado para abordar con eficacia el sufrimiento emocional de los más jóvenes.

Nuestro deber colectivo. Castilla y León tiene por delante importantes desafíos, para abordarlos es fundamental que trabajemos con compromiso y determinación para que las generaciones futuras puedan celebrar este día no solo como un recordatorio de sus derechos, sino como un reflejo de su cumplimiento.

Es hora de actuar con urgencia y determinación para que las generaciones futuras puedan celebrar este día no solo como un recordatorio de sus derechos, sino como un testimonio de su cumplimiento pleno. Solo así podremos asegurar una infancia verdaderamente protegida, plena y con acceso a todas las oportunidades que merece.