Mangar en Galerías
La Canaleja ·
Señoras llenaron sus bolsos de langostas y señores, sus gabardinas, en la fiesta de inauguración de Galerías Preciados en 1974 en ValladolidSecciones
Servicios
Destacamos
La Canaleja ·
Señoras llenaron sus bolsos de langostas y señores, sus gabardinas, en la fiesta de inauguración de Galerías Preciados en 1974 en ValladolidCuentan que la inauguración de Galerías Preciados en Valladolid en marzo de 1974 fue todo un acontecimiento social. Aquella apertura dio un impulso definitivo al cambio en la forma de comprar, a la entrada de la modernidad comercial en una ciudad de provincias que, como ... todas, estaba jalonada de tiendas de toda la vida. Un ágape por todo lo alto, con bendición eclesiástica y autoridades del tardofranquismo incluidas, dio lustre al evento, en el que estaba el todo Valladolid, expresión redonda y definitiva de la época.
Pero como en todos los sucesos sociales siempre hay detalles que importunan a los organizadores y afean el acto. Ocurrió entonces, tal y como contaba mi abuela, que con su retranca inalcanzable para sus descendientes, que ya me gustaría, aseguraba que el convite fue pantagruélico, con productos poco vistos y catados a orillas del Pisuerga, lo que llevo a algunos invitados a no resistirse a la tentación de hacer acopio. Señoras llenaron sus bolsos de langostas y señores, sus gabardinas, y enfilaron la calle General Mola –ahora Constitución–. Cuando le preguntabas si los bichos estaban vivos, decía muy seria que muchos sí, y eso fue un problema para su transporte, porque se escapaban. Se inauguraba así lo que se convirtió en una tradición juvenil y no tan juvenil: mangar en Galerías. Todo un arte del hurto, que sufría también el vecino Simago, abierto siete años antes, y al que acompañaba, además de la imponente máquina de palomitas, la frase de 'Simango, no pago'.
Luego, en 1995, llegó El Corte Inglés y sus modernas medidas de seguridad acabaron con la entrañable tradición. Ahora negocia la venta del edificio, a cuyos próximos inquilinos les doy un consejo: no ofrezcan langostas en la inaguración, que no pueden colocarles código de barras.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.