Recuerdo como si fuera ayer el día de Teruel. El día que murió Víctor Barrio. Y después el capote de luto en Sepúlveda. Y el dolor, y lo que no era el dolor. Y España entera dividida entre la gente digna y los antitaurinos, que ... me desearon lo mismo que a Víctor Barrio en 'tuiter' y con una foto del independentismo gallego.
Publicidad
Celebra uno, a pesar de todo, que el Constitucional –cal y arena– haya dictaminado que eso de decirle «asesino» al cadáver caliente de un torero no es «libertad de expresión». Han tardado en poner en prosa judicial la infamia, pero la cuestión no es esa. La cuestión es que el gremio del Arte, el de los toros, es ahora objeto de las invectivas de la peor España. Que Enrique Ponce se vaya arrimando a lo que quiera me importa poco, pero de ahí a la mala baba de los que comen brócoli con incultura y violencia va un mundo.
Va, concretamente, lo que a este país le falta de moral, de empatía, de tranquilidad y demás. Insisto en ese recuerdo de Víctor Barrio y en el dolor de su viuda. Y en los terroristas que se alegraban de su muerte y se hicieron virales. Porque ahí, precisamente, es donde se viene jugando lo que somos y lo que seremos. Víctor Barrio murió en Teruel, poco después se nos fue Iván Fandiño, para regocijo de estos infames que después se ponen ketchup e intentan pordiosear un minuto de gloria en las puertas de los cosos.
Cada vez que Chapu Apaolaza saca algo de una novillada en su Fundación, vamos reponiéndonos en la corteza espiritual. En él, y en los becerristas, vamos confiando. Perdonadme que hoy hable de una muerte que no será en vano. Para eso estamos aquí. A veces hay que ponerse serio.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.