Pedro Sánchez y Ursula von der Leyden muestran el Plan de Recuperación de España aprobado por la UE. Reuters

¡Ya llegan los fondos de Úrsula!

El espigón de Recoletos ·

«España no sabe gastar el dinero que recibe de la UE y tiene la peor ejecución de fondos por detrás de Eslovaquia o Rumanía»

David Felipe Arranz

Valladolid

Viernes, 20 de agosto 2021, 07:39

Cuerpos de verano como parrillas que se incendian en agosto, como si Lucifer nos estuviese soplando todo el día las pavesas del alma, mientras sus señorías se tuestan el pellejo bajo los nubarrones de mil incendios. Bruselas nos ilumina y Ursula Von der Leyden va ... y nos deslumbra el ferragosto con lozanías de 9.000 millones de euros. Un ujier cruza como un ángel el Edificio Berlaymont con el recado del pecunio para los corresponsales y deja tras de sí una estela de resiliencia, de prefinanciación, de Plan de Recuperación, en definitiva: la guita –anotan los chicos de la prensa– será a poquitos, que se nos atraganta.

Publicidad

Es decir, que hasta los 140.000 milloncejos va antes una montaña de 'deberes', según reza el mecanismo. Muchos son los deberes pendientes del Ejecutivo español, si no quiere que la Comisión Europea nos cierre el grifo de las dádivas: transición ecológica y digital, cohesión social, políticas de igualdad, renovación de edificios, reducir la brecha tecnológica con mercromina, etc. Y como Dios le suele dar pan a quien no tiene dientes, podríamos ser forrados, empapelados, amortajados en billetes de quinientos por parálisis neuronal, lo que nos convertiría ipso facto en el país más meningítico de los Veintisiete. Lo malo de las donaciones y los préstamos a fondo perdido es que el beneficiario se confía, se abandona, se desgualdraja y, como en el cuento de Rumpelstiltskin, el rey de Europa nos acabará ejecutando si descubre que lo de hilar la paja para convertirla en oro era un farol más –tan nuestro lo del farol, ay–.

Total, que para que nos alleguen los fondos el Gobierno ha de impulsar miles de proyectos. Pero ahí va el dato: España no sabe gastar el dinero que recibe de la UE y tiene la peor ejecución de fondos –solo un 43% en el último presupuesto a largo plazo (2014-2020)–, por detrás de Eslovaquia o Rumanía, mientras que los que mejor hacen uso de ellos son Finlandia, Irlanda y Austria. De manera que Sánchez y Calviño, que saben cómo funciona la ventanilla de la Administración española desde tiempos de Larra, han destinado ya 7.250 millones para que los gestionen las comunidades autónomas: que inventen ellos. Lo malo de los proyectos, que nacieron para recibir subvenciones milmillonarias, es que hay que hacerlos, rellenar el formulario en inglés, darle al magín, vamos, y al final dejan ver las vergüenzas de todo el mundo que se las da de técnico y de gurú.

Al papeleo hay que domesticarlo, irle descubriendo sus trampas y cartones, su letra pequeña, y hemos de mantener la cabeza fría en estos días tan cálidos, mientras nos calientan la sobremesa con el bajón de temperatura de nuestro PIB. La presidenta del Ejecutivo comunitario cree que tenemos un plan para que el Pacto Verde Europeo se haga realidad, y en esto tendría algo de razón, porque si de algo vamos sobrados aquí es de chistes verdes, que viene a ser como el ecologismo doméstico y picante de la raza. Ya somos todos resilientes, estructurales y de inversión: ahora solo nos falta que nos pongamos a trabajar, Amore.

Publicidad

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad