José Ibarrola

Llamar las cosas por su nombre

Tras el 'brexit' ·

«Echan la culpa por su incapacidad de tener una vida sexual a la sociedad en general y a las mujeres en particular»

Mick Benoit

Valladolid

Lunes, 6 de septiembre 2021, 07:58

El mes pasado, en la ciudad inglesa de Plymouth, un resentido armado con una escopeta mató a su propia madre en casa. No contento con eso, luego salió a la calle donde quitó la vida a 4 personas más, incluyendo una niña de 3 años, ... antes de suicidarse. Cuando la historia apareció en las noticias, la policía dijo que no había sido un acto de terrorismo... ¿No? ¿De verdad? Pues, no.

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El joven (no voy a nombrarle) que cometió el crimen era un aficionado de 'incel', (los 'involuntarily celibate' o célibes involuntarios, en español), una subcultura compuesta de rencorosos de tendencias racistas que creen en la supremacía del hombre blanco. Echan la culpa por su incapacidad de tener una vida sexual a la sociedad en general y a las mujeres en particular. Se calcula que hay alrededor de diez mil de esos acomplejados en el Reino Unido, pero, según una experta en el tema, la canadiense Mary Lilly, en una entrevista con 'El País' en 2018, también «están creciendo en el mundo hispanoparlante». En Gran Bretaña no están clasificados como terroristas porque eso significaría la necesidad de invertir más dinero en el presupuesto antiterrorista de la policía, o sea, por un asunto financiero, cosa que el actual gobierno no está dispuesto a hacer.

Sin embargo, más que la burocracia, ha sido la política la razón principal para, primero, echar la responsabilidad por atentados a los que no la tienen, y, segundo, negar que un terrorista 'islámico' es de Al Qaeda o ISIS.

El ejemplo más famoso de lo primero es el de los señores Aznar y Rajoy insistiendo que era ETA la responsable de la matanza de Atocha, a pesar de que la Guardia Civil, la Policía Nacional, el CNI, la CIA, el MI6, más los servicios secretos de Francia, dijeron que los culpables fueron fundamentalistas. Admitir la verdad habría sido asumir su error por mandar soldados españoles a Irak para dar buena impresión a George W Bush y Tony Blair, sus grandes amigos del norte.

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De lo segundo, hay demasiados ejemplos de personas de ISISy Al Qaeda que han cometido atrocidades después de radicalizarse solos en casa, usando la web, en vez de ir a Siria o Afganistán a hacer un curso de entrenamiento. Llamando a los radicalizados en casa «lobos solitarios» ha permitido a los políticos contarnos que la amenaza yihadista es menor de lo que es en realidad. Lástima que sea un argumento tan ridículo como decir que alguien que hace las compras 'on line', en vez de bajar al supermercado, no está comprando nada.

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