Se habla poco de los héroes de uniforme verde, pero su labor discreta y juiciosa ha permitido cerrar algunas de las operaciones más arriesgadas. Son ... los guardianes civiles, los que velan por nuestra seguridad, los que no miden su propio riesgo con tal de cumplir con el mandato. Ese compromiso inquebrantable con los suyos llevó al teniente coronel de la Guardia Civil Pedro Alfonso Casado a llamar a la puerta de su último destino.
Publicidad
La lucha antiterrorista esculpió una trayectoria inmaculada en la unidad de élite de la Benemérita. Más de dos décadas al mando de la UEI, la misma que liberó hace ahora 25 años al funcionario de prisiones Ortega Lara. Asumió el mando poco tiempo después y mantuvo intacto el prestigio de su equipo.
Lo hizo también en Santovenia, donde no dudó en acompañar al negociador en una intensa negociación contra un criminal que, a ciegas, frenó el vuelo de 'Perico'. Así lo llamaban cariñosamente, delatando cercanía y carisma. Él siempre estaba ahí y cumplió de nuevo con la misión: liberar al rehén. Luchó hasta el último aliento y, tras marcharse, siguió liberando. Sus órganos hoy seguirán protegiendo a los civiles que custodió en vida. Nunca abandona. Un poco más arriba, seguirá al lado de su familia, de su unidad, de España, porque es lo que siempre hizo y lo que siempre hace la Guardia Civil.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.
