La libertad guiando al pueblo

Los brazos de la multitud convergen hacia una mujer aupada y victoriosa. Lleva en la mano un cubata y una bolsa de El Corte Inglés. Esa bolsa encabeza metafóricamente la escena y sustituye a la bandera de la libertad del cuadro. Todo ello en la calle Espoz y Mina, militar que luchó contra la invasión napoleónica, y junto a una farmacia. El triunfo definitivo del ocio nocturno y el consumo capitalista frente a la salud. Ayuso estará orgullosa. Ella es la verdadera Libertad guiando al pueblo. La reina del chotis que ve en Madrid el paraíso donde nunca más encontrarte con tu ex.

Un teleñeco en el límite del analfabetismo funcional convertida por esas cosas del surrealismo en una diosa para la derechona. Les habrá convencido su gestión. O su discurso poligonero. O quizá den prioridad máxima a tomarse una cerveza en una terraza. A la hora de escribir esto, no se sabe el resultado de las elecciones. Lo que sí se sabe es que a nuestra caperucita no le importa acostarse con el lobo. Que los hermanos Grimm nos pillen confesados.