Leyendo basura

¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Todo empezó hace años cuando un malvado se suicidó en un búnker debajo de los escombros de Berlín. Su muerte marcó la primera y única vez en su historia que Inglaterra ganaba una guerra como el bueno, en vez del malo de siempre. Los todopoderosos medios de comunicación han convertido aquel acontecimiento militar en un cuento santo, de proporciones bíblicas, que todavía sigue dominando los titulares con el fin de influir la política actual. Hablan como si todavía estuviésemos en conflicto con Alemania y precisamente por eso Boris Johnson ha publicado un libro llamado 'El factor Churchill'.

Cada mañana, millones leen periódicos como el 'Sun' de Rupert Murdoch o el 'Daily Mail' de la familia Harmsworth. Murdoch, un australiano radicado en Londres, que lleva pasaporte americano y esconde su dinero en Luxemburgo para no pagar impuestos, es el autonombrado campeón de la patria británica, y los Harmsworth son los fundadores de un periódico tan equivocado que, en los años 30, recomendó a sus lectores al mismísimo Hitler como hombre de paz.

Ahora, estas dos publicaciones sensacionalistas nos aseguran que los problemas percibidos por el pueblo, como la bajada de los sueldos o la inmigración de refugiados árabes, no tienen nada que ver con una economía que es rehén de las multinacionales, o de una guerra sucia en el Oriente Medio alimentada con las bombas británicas y americanas que usan sus participantes. No, según nuestra prensa basura, todo es culpa de los malditos europeos y sus tendencias dictatoriales. Penoso.