En todas las casas cuecen habas». Y en ésta, igual lo que se cocían eran judiones de La Granja. No hay más que tirar del refranero popular para dar sentido a aquello que no lo tiene. Ni propios ni ajenos entienden que la acogida de un puñado de menores ... haya sido la razón por la que ha saltado por los aires el pacto de gobierno. La disciplina de partido se ha impuesto una vez más, pero en este caso ha llegado demasiado lejos. No ha importado la estabilidad lograda o la imagen más templada que VOX ha proyectado desde las instituciones. Ha pesado el reivindicarse como el más gallito del corral. Con Abascal todo parece reducirse a una cuestión de hombría y jerarquía.
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Y esto va de hombres, porque se ha ventilado de un 'dedazo' a tres de los suyos en Castilla y León. Un vicepresidente y dos consejeros. Ninguno quería marcharse, pero sólo uno ha dimitido. Los otros dos se han dado de baja, quizás con la esperanza de que el PP los mantuviese. Sólo ha sobrevivido al divorcio un consejero a quien el presidente ha decidido echarle un capote.
El paso fugaz por los despachos no ha sido del todo rentable y por eso ha hecho falta un golpe de efecto. Temen una fuga de votantes tras la aparición de un partido de agua fiestas que se ha colocado al fondo a la derecha. Han querido reivindicarse, aunque haya supuesto destronar a los suyos con un único aviso. Porque aquí, cada día lo tengo más claro, el que Alvise no es traidor.
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