La movilidad sostenible ha llegado para quedarse. Una flota ecológica de autobuses, un parque de bicicletas eléctrico, la agenda 2030 apretando a la automoción, la supresión de los vuelos cortos o los descuentos para desplazarse en tren. Se mire por donde se mire, ... no hay retorno a la vista. El combustible líquido ya no está de moda. Pero, ¿por qué tenemos la sensación de que la nueva movilidad nos está resultando insostenible?

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El precio del vehículo eléctrico y su autonomía generan recelos en el comprador y, claro, seguimos tirando con un diésel de 14 años con la esperanza de que la futura Zona de Bajas Emisiones no se cruce en nuestro camino. No se puede negar que el servicio municipal de transporte funciona de mimo en Valladolid, pero, ¡con el tren hemos topado!

Como cantaran Los Mismos en la década de los 60, «Yo sabría esperar porque el tiempo no me importa», pero es que no es el caso. El abono del AVE Valladolid-Madrid tiene para los empadronados de Castilla y León un descuento del 25% que aporta la Junta hasta 2030. Tienes 45 días para consumirlos. Si quieres ir un poco más allá, la dinámica de precios te puede suponer llegar a Barcelona hoy por más de 100 euros. Si te coges el coche, 70. Total que a día de hoy, el transporte sostenible te sale a deber. Será maravilloso ver cómo los precios se ajustan a la economía de las familias o a los viajeros recurrentes y ni para esto tenemos remanentes.

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