¡Váyase Señor Tudanca! Sobra la petición e incluso las exclamaciones porque Luis es un buen entendedor. Apartarse y dejar el camino expedito no ha debido ser sencillo para un barón que fue forzado a mantenerse en el puesto cuando ya no tenía ni ... ganas ni motivación. Quiso tirar la toalla y le atizaron con ella. Quiso adelantar primarias y las tumbaron. Desautorizado ante los suyos le ha tocado escenificar lo que ya nadie cree: que el paso a un lado lo da de forma voluntaria y convencido.

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Luis ha tenido un tiempo prudencial para despedirse de los suyos. Lo ha hecho recorriendo las agrupaciones provinciales, sabedor de que al final los 'Ferraztenientes' determinarían su futuro en el partido. Por mucho que el aparato repita que no impone a sus líderes, no lo van a convertir en verdad. La única certeza en todo esto es que Luis se va porque siente que ya no lo quieren o, simplemente, que ya no lo necesitan. «Es lo mejor» para seguir alimentando a la voraz Ferraz. Porque una vez más, el capricho de quien ordena y manda se ha impuesto a la democracia interna.

El choque que Tudanca ha querido evitar en primarias ha supuesto una salida silenciosa y una entrada triunfal del favorito: el alcalde de las mayorías desde el año 2007. A Carlos Martínez se le ha impuesto una secretaría autonómica que no le entusiasma. Pero ya se sabe que donde manda 'Ferrazteniente' no manda obrero, por muy partido socialista que se crean.

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