Allanar el camino es más sencillo sin el lastre del resentimiento o del ego. Desprovisto de equipaje se puede construir en positivo. Y no, no es un ataque de buenismo lo que me invade con la reflexión, sino el resultado de la propia experiencia. En ... el mejor de los escenarios, ya he vivido la mitad de lo que me corresponde, si es que nada se tuerce. En este tiempo, he llegado a una conclusión certera con la que suelo clasificar a los seres humanos del entorno. Uno puede ser facilitador u obstaculizador. No hay puntos intermedios ni mestizajes en lo que vendría a considerarse como una filosofía de vida.
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Y como aquí no hemos venido a deambular solos, cualquier decisión que tomemos, por minúscula que sea, impacta en los otros. A mayor responsabilidad, mayor número de beneficiarios o de damnificados, según la versión del que tiene la virtud de obrar.
No logro comprender por qué hay quien pudiendo allanar, escoge levantar muros. Nadie diría que el actual ministro de Transportes fue la máxima autoridad de Valladolid y que la llevó a gala, aunque no llegara a los Goya. Óscar no tiende puentes. En mi opinión, los dinamita cuando no se abre a estudiar si el soterramiento de las vías del tren es posible o si el convento de las Catalinas merece recibir una ayuda económica. Hoy ya no cuenta ni la firma ante notario, ni el proyecto que él mismo firmó como alcalde. En el Ministerio ya nada es lo que era. Tampoco las líneas aéreas.
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