Laponia carpetovetónica

Una Laponia fiscal. Así han quedado las cosas en Albarracín, bella localidad turolense, donde dos de las Castillas de España y también Aragón (sus presidentes) han pedido que la despoblación y sus campos de soledad puedan ser, sin embargo, lugar de emprendimiento. Que cerca de ... la era de Aniceto se puedan reunir unos chicos de Silicon Valley a inventar un dron cachondo o unos suecos que prueben un medicamento basado en las propiedades sanadoras de la coruja/maruja, puede ser una cosa fetén, dabuten, molona y chachiestupenda, que diría AAH. Se trata de innovar, de innovar en el páramo. Y de entrada no nos parece mal esa metáfora nórdica. Aunque Laponia, la Laponia moral, la llevamos tatuada en el alma y gracias a uno que nos conocemos todos, ése que nos encerró en casa y nos paró el corazón a los de las dos orillas de la barra. Y todo por lo que los psicólogos políticos llaman proyección de miedos. Miedos mezclados con incapacidad.