El Barça ha echado a Koeman. Se veía venir. Da igual lo que hayas sido, importa lo que eres. Eres lo último que haces. Noemí Guillermo escribe el prólogo del último (casi penúltimo) libro de José Luis Garci 'El toque Lutbitsch y otros roces' (Reino ... de Cordelia). Ahí enumera los fotogramas que supone van a pasar por su mente cuando vaya a morir. Y uno es el gol de Koeman en Wembley que dio al Barcelona su primera Copa de Europa (Champions League, ahora).

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Da igual lo que supuso ese cañonazo si el equipo pierde hasta con el Rayo. Y se entiende. Es ley de vida futbolística. Se entiende menos lo del rey Juan Carlos, que no es un entrenador de fútbol al que se exijan resultados. Pero parece que sí. Dentro de unos años, el rey Juan Carlos será lo que fue en la Transición y no el de las menudencias dinerarias.

Parece que Zarzuela y Moncloa ha pactado que deje Abu Dabi por Estoril. Incluso podrá ir a Galicia y a Madrid cuando quiera. Qué iniquidad.

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