El juego electoral

Hace tiempo que Puente juega su liga. Que si le llevo un «recuerdo de Valladolid» al Papa, que si Jason Derulo y su desmesura, que si anuncio que alguien va a traer una fábrica de baterías, que si visto casco de capataz de obra para que Labradores sea la imagen de la integración a tiempo de urna...

Enfrente, un PP asfixiado por su inoperancia, que demora plazos una y otra vez para fijar una candidata –o candidato– y que niega que existan las encuestas que ha encargado. O un Ciudadanos en refundación a lo Fénix pero al revés, camino de convertir tres concejales en ceniza y con ensoñaciones de ser «decisivo», según Gema Gómez. O un Vox que este fin de semana tenía feria en Madrid y que, en lo tocante a candidaturas, ya si eso a ver qué dice ese núcleo duro que cada vez merma más. Y VTLP y las «izquierdas transformadoras» asambleándose a ver qué siglas salen esta vez.

Tan liados están todos con sus cuitas que llegaron tarde hasta al zurriagazo a la ministra de Justicia.