La humanidad siempre tarde y fragmentariamente trata de lavar sus propios crímenes. Cierto es que las víctimas claman desde la memoria cenital del Holocausto, pero su clamor se pierde en el eco infinito de los crímenes impunes de la Historia. Y llegan a confundirse verdugos ... y víctimas en la especie de simios evolucionados, diaria en el asesinato y eterna en su venganza. El humano es apreciable salvo cuando tiene que demostrarlo. No parece que ninguna filosofía alcance a justificarlo, ninguna política a acordarle, ningún amor a redimirle, ninguna religión a salvarle.

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¿Qué es la Humanidad? Grandilocuente palabra que esconde hechos contradictorios y genocidas justificaciones. En nombre de la humanidad la historia se ha teñido de sangre y en su nombre el humano es el mayor enemigo de sí mismo.

Estudiar la condición inhumana sería más eficaz que todos los tratados de moral y de ética al uso. Nuestra personalidad animal más acusada tal vez sea ignorar que disponemos de una mente y un juicio sobre las cosas del mundo y sobre todo saber que somos bestialmente conscientes de lo que irracionalmente somos.

Los derechos humanos, la soberanía de las naciones y de los seres, la lucha por la libertad, la pasión y la independencia, la amistad y la vida. Sobran las promesas.

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Las leyes protegen los derechos pero ¿exigen su radical cumplimiento? ¿Cuáles son los derechos que consideramos humanos? ¿Son exclusivamente los imprescindibles para meramente sobrevivir?

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