La ética ineludible

El comportamiento humano es un montaje, más operatividad artificial que actitud natural. El humano es una máquina de fabricar sentimientos 'ad hoc', de segregar emociones teatrales y consumar el gran espectáculo de sus intereses. La razón humana es acomodaticia, incluso el instinto de supervivencia calcula con precisión de relojero sus límites. El juego se trata de ganar como sea, nunca de responder con sentido ético. El humano político conoce muy bien sus armas y desconoce en igual medida su espíritu natural.

Hipocresía es la palabra que designa un concepto de comportamiento político. El hipócrita es un falso ético que decide escudarse en un yo fingido y poderoso, para crear la silueta de una mentira casi indestructible.

El respeto humano no nace con la persona, es una conquista del trabajo del humano en libertad, de su capacidad de diálogo, de la tolerancia social y personal, de la ética política y de una política de la Ética.