En las últimas semanas, el tema del veterinario de explotación ha estado en el centro de atención del sector ganadero. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ha anunciado una serie de medidas relacionadas con esta figura, y la comunidad ganadera está debatiendo ... sus implicaciones. Pero ¿qué es el veterinario de explotación? Es un profesional que supervisa la salud y el bienestar de los animales en las explotaciones ganaderas. Su papel es crucial para garantizar la sanidad animal y la seguridad alimentaria, pero la forma de articularlo y combinarlo con el modelo actual, también garantista, ha generado tensiones. La presencia del veterinario de explotación obligatorio se reguló en un real decreto en 2023, y en este mayo habría sido de facto obligatoria su contratación. Sin embargo, se ganó el envite en el último minuto, con el cambio de posición del MAPA, debido a la intensa y razonada oposición del sector, y ahora esta figura pasa a ser voluntaria. Las explotaciones podrán decidir si designan o no a un veterinario para su supervisión. Esta medida busca simplificar la carga administrativa y reducir costes para los ganaderos. Las organizaciones celebran la voluntariedad, pero algunas piden la eliminación total y continuar con el modelo de seguimiento veterinario existente. Argumentan que este nuevo rol no se traduciría necesariamente en mejoras sanitarias y de bienestar animal, y que su presencia no es esencial para todas las explotaciones. Todavía hay que ver cómo se regula, porque en esos pequeños detalles es donde se verá la eficacia y el sentido de la medida, aun siendo voluntaria. El debate continúa, la flexibilidad otorgada puede mejorar la rentabilidad, pero plantea desafíos. La balanza entre obligación y voluntariedad se inclina hacia la flexibilidad, pero la responsabilidad de cuidar a los animales y garantizar la calidad de los productos sigue siendo primordial.

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