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Se cumplen más de ochenta años desde que Allen Ginsberg y Jack Kerouac, junto con Lucien Carr y algún otro estudiante de la Universidad ... de Columbia, se reunieron en el West End Bar de Manhattan para hablar de poesía, de literatura, con la intención de convertirse en los mejores poetas y hacer la mejor novela de la literatura estadounidense. La lectura en 1955 del poemario 'Howl' (Aullido) en la Six Gallery de San Francisco rompió el tímpano de las mentes bien pensantes, la novela 'On the road' (En el camino) se transformó, tras su publicación en 1957, en una guía para la insurgencia y la reivindicación. Sin pretendérselo surgió un movimiento literario y social al que los académicos denominaron generación beat (Beat Generation); «nunca ha existido ningún movimiento beat», manifestaba Allen Ginsberg. Ojo avizor el mercado, ante la posible rentabilidad económica del movimiento underground, lo mercantilizó como beatnik.
Del jaleo que se organizó solo nos quedan sus libros y las películas, la mayoría de ellas mancillando la reivindicativa idea original. De la bibliografía, bastante extensa, nos vamos a centrar en lo último que ha llegado en castellano al mercado español. Fallecido Allen Ginsberg en 1997, aún tuvo tiempo de liarse en el Royal Albert Hall de Londres con el exbeatles Paul McCartney en un recital, no tan rompedor ni calamocano como el de la sexta galería de los años cincuenta del siglo pasado, pero el dúo seduce, no tiene desperdicio. Sentados en el escenario del Albert Hall, Ginsberg con traje y corbata, una mesa, los papeles con el poema frente al micrófono y a su lado con la guitarra, más informal, Paul McCartney.
La idea de grabar el poema 'Balada de los esqueletos' (Ballad of the skeletons) según el propio Ginsberg, surgió en el Carnegie Hall de Nueva York en un acto benéfico para la Casa del Tíbet. Pero volemos en 1995 a la casa familiar de Paul McCartney en Inglaterra, acompañando en la visita al poeta Allen Ginsberg. Como quien no quiere la cosa, en la conversación éste deja caer que busca una guitarra para un recital en el Albert Hall. «¿Por qué no me pruebas?» dice Paul, «¿'me encanta el poema» y todo lo demás es historia.
Conviene decir que el presidente de Mercury Records, Danny Goldberg estuvo presente en el concierto de Nueva York y se ofreció a grabar el recital con Ginsberg en la voz, Philip Glass en los teclados, McCartney en la guitarra, batería, órgano Hammond y maracas, Lenny Kaye en el bajo, Marc Ribot en la guitarra y David Mansfield en la guitarra. Sin duda un embriagador cóctel músico-poético.
Nosotros, lectores, tenemos la oportunidad de leer en edición bilingüe, escuchando la música que nos plazca, y contemplar los grabados del artista mexicano José Guadalupe Posadas, que se inspira en la festividad mexicana del Día de los Muertos. La traducción, que nos publica Anagrama en la colección 'La Bella Varsovia', corre a cargo de Andrés Neuman. Buen momento, ángeles desolados, para disfrutar 'Balada de los esqueletos'.
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