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El desafío del Estatuto Marco de Sanidad

El desafío del Estatuto Marco de Sanidad

«No puede legislarse sin establecer un diálogo responsable y respetuoso con el sector, sin implementar unas medidas que respeten y valoren a nuestros profesionales»

José Luis Almudí Alegre

Presidente del Colegio Oficial de Médicos de Valladolid

Sábado, 1 de marzo 2025, 13:21

Para los profanos en la materia, es necesario definir que el Estatuto Marco «es la ley básica que regula las relaciones laborales de los profesionales sanitarios y no sanitarios que trabajan en el Sistema Nacional de Salud (SNS)». Los profesionales del SNS somos funcionarios, pero con un régimen especial denominado régimen estatutario.

En un Sistema Nacional de Salud descentralizado, esta normativa estatutaria, por su origen y competencia estatal, es de aplicación en el conjunto del espacio autonómico y cada comunidad autónoma puede, en defensa de sus propios intereses, introducir mediante su propia normativa las peculiaridades que estime convenientes y sean procedentes, dentro del marco competencial que en la materia correspondiente le asigne su Estatuto de Autonomía.

Una supuesta filtración del borrador, lanzada probablemente para pulsar el ambiente y recoger las opiniones de diferentes colectivos sanitarios, ha conseguido, sin buscarlo, el consenso de Sindicatos, Foro de la Profesión Médica, estudiantes de medicina, médicos en formación y Colegios Oficiales de Médicos, que han manifestado su disconformidad hacia los postulados que plantea este borrador de Estatuto Marco.

Es indudable que la norma que regula a los profesionales sanitarios y no sanitarios ( Ley 55/2003, de 16 de diciembre), necesita una actualización acorde a los nuevos entornos y métodos de trabajo, a las peculiaridades de la atención sanitaria y a los requerimientos de la Unión Europea, pero esto no es pretexto, ni justificación suficiente, para emprender una reforma que empeora las condiciones laborales de los médicos respecto a la jornada laboral, la reclasificación profesional y el régimen de incompatibilidades.

El borrador no tiene en cuenta reivindicaciones históricas del colectivo médico, como son el tiempo de trabajo, las horas de guardia no reconocidas en la cotización para la jubilación o no tener en cuenta en la clasificación profesional de los médicos los créditos de formación, muy superiores a los de otras categorías, el nivel de responsabilidad y su cualificación en los procesos asistenciales.

Además, plantea un régimen de incompatibilidades más rígido que el actual, que afectaría a los jefes de Servicio y Sección y a los médicos que terminan su formación durante un periodo de cinco años.

Estas propuestas que aparecen en el borrador tienen mucha carga ideológica, ya que manifiestan un prejuicio infundado contra el ejercicio privado o mixto de la medicina, poniendo en tela de juicio la honestidad al suponer que existe un conflicto de intereses, al mismo tiempo que vulnera la libertad de los médicos al finalizar su periodo de formación.

El proyecto de Estatuto Marco pretende homogeneizar al personal de procedencias diferentes y, sobre todo, dedicaciones distintas, sin reconocer la singularidad de la profesión médica en aspectos que nos caracterizan, como son la formación continuada, la dedicación o la carga de responsabilidad.

Las únicas referencias específicas a los médicos, lejos de otorgarnos un trato de favor, incluye particularidades que solo aplican restricciones específicas y limitan nuestros derechos.

Los médicos somos el pilar fundamental del Sistema Sanitario, como el único profesional capacitado para determinar, en el contexto del Acto Médico, cuando una persona puede tener un problema de salud.

Esto nos diferencia de forma sustancial de cualquier otro profesional y nos hace indispensables para diagnosticar el estado de salud, intervenir en el desarrollo de la enfermedad de las personas y nos otorga la capacidad de prescribir un tratamiento en base a todo ello. Todo esto constituye un elemento distintivo y autónomo de nuestra capacidad y competencia.

Por esta razón, el nuevo Estatuto Marco debe contemplar las particulares funciones de liderazgo, coordinación y gestión, que el colectivo médico está llamado a desempeñar en el SNS.

No puede legislarse sin establecer un diálogo responsable y respetuoso con el sector, sin implementar unas medidas que respeten y valoren a nuestros profesionales.

En un escenario con falta de médicos en determinadas especialidades y con puestos de trabajo de difícil cobertura, tanto en hospitales como en centros de salud, es fundamental mantener el talento, reconocer la carga de responsabilidad de los médicos en todos sus ámbitos de actuación, otorgar la calificación profesional (A1 plus), que estaría más acorde con los deberes y obligaciones que afrontamos de manera diaria, reconocer las horas de guardia trabajadas a efectos de jubilación y definir unas condiciones laborales que se regulen de manera específica para la profesión médica.

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