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Victoria Prego, en una imagen de archivo. H. Sastre
La carta jotera
Al pie de un café

La carta jotera

«El peligro parte de su utilización como arma, del aprovechamiento como instrumento jurídico: la condena del Telediario, un juez que le da rienda…»

Joaquín Robledo

Valladolid

Martes, 7 de mayo 2024, 00:41

El que sí que, que no que, de Pedro Sánchez, carta pinturera como la solapa de una chaqueta, y el triste protagonismo que su muerte ... ha dispensado a Victoria Prego, discreta como el forro de la misma prenda, se han aunado en el tiempo para mostrar las costuras de una 'Transición' que, si bien posibilitó el paso de aquella dictadura a esta democracia, construyó e impuso el traslado por unos rieles que condujeran precisamente a esta y no a cualquier otra forma de democracia. Hubo entonces una España, una España sin intermisión que permanece, una España hereditaria, en la que el poder –el poder, poder, el económico y lo que este arrastra– se envuelve en los valores tradicionales, en la esencia perenne, que al estilo de Kissinger transcribiendo a Goethe prefirió, prefiere, «cometer una injusticia antes que soportar el desorden». Claro, era su orden el que estaba en juego. Su poder.

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