No sé si deducirán la relación que tienen Al Ándalus, Fernando VII y Primo de Rivera, el padre. Ni por coetaneidad, ni por otra circunstancia coinciden. Pero por cosas de la EBAU, sí. Eran las preguntas de Historia para los miles de estudiantes de ... Castilla y León que este mes se enfrentaron al examen, que marca su futuro académico y vital más próximo. Esa parte de la prueba dicen que fue la más dura, porque les sorprendió que les preguntaran por los cambios económicos, sociales y culturales introducidos por los musulmanes en Al Ándalus; las fases del conflicto entre liberales y absolutistas en el reinado de Fernando VII o la evolución de la dictadura de Primo de Rivera.

Publicidad

No lo esperaban, algo lógico, que en los hermosos 18 años no hay indicio alguno de que hablen entre ellos de a qué narices se dedicaban los musulmanes hace una talegada de siglos, que habrían triunfado en sus batallas con los cristianos si hubiesen inventado el turismo en Andalucía. O por qué se peleaban esos del XIX, que suena a que era porque unos defendían el amor libre y otros, no. Y tampoco les imagino mientras comentan la razón por la que de la dictadura de Primo se pasó a la 'dictablanda' de Dámaso Berenguer. Son asuntos que no están en sus conversaciones, ni tampoco, por lo visto, estaban en sus previsiones para el examen.

Porque bastante tienen ellos con pensar qué carrera quieren estudiar que sea lo menos máquina posible de fabricar parados. Y no les digo nada si van más allá y reflexionan que, en el hipotético caso de que al terminar encuentren un empleo relacionado con su formación, su salario sea de mileurista. Eso a los de Al Ándalus, a Fernando VII y a Primo no les hubiera pasado, porque tenían la ventaja de que no existían ni los euros, ni la puñetera EBAU.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad