El perreo de Blas y Eva María

Son suposiciones, pero lo que es cierto es la tendencia de los académicos a tomarse la vida con libertad para aceptar sin ira los términos recientes que utilizamos los quinientos millones que hablamos español. Y entre las voces incorporadas, tanto estrenos como nuevas acepciones, noto que, además del musical, hay mucho asunto sexual y gastronómico. Del primero, va a ser muy útil la inclusión de términos que se convertirán en largamente buscados, que a quien no le entran dudas sobre el significado de no binario, las mismas que ellos tienen para percibir su género.

A mí me resulta más fácil entender las palabras culinarias, que se cuelan más en las conversaciones. Hay muchas cosas de pan, como colín, pico y palitroque, que de verdad creía estaban ya en el diccionario;o cochifrito –si es segoviano, mejor– y retrogusto, una cursilada que se dice cuando pruebas algo, y que desconozco cual habrá sido el de Blas y Eva María al experimentar el perreo.