Cuentos de hoy y siempre
La Canaleja ·
La realidad de hoy supera a la tradición cuentista donde a los tontos y a los pastores se les aparece la Virgen para seguir al frente del rebañoSecciones
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La realidad de hoy supera a la tradición cuentista donde a los tontos y a los pastores se les aparece la Virgen para seguir al frente del rebañoLa crueldad de los cuentos infantiles es manifiesta y cierta. Desde Pulgarcito, a quienes sus padres abandonan a su suerte en el bosque junto a sus seis hermanos, hasta Bambi y su infortunada madre, es indudable que viven una cruda realidad, que por cierto casa ... muy mal con la actitud de los progenitores contemporáneos, que protegen a sus hijos hasta el ridículo. Desde mi experiencia les aseguro que a mis hermanos y a mí –casi tantos como la familia Pulgarcito, pero que afortunadamente no vivíamos cerca de un bosque donde abandonarnos, aunque igual con ganas se quedaron– nos gustaban los cuentos cañeros. Y a mis hijas, también, quizá porque conocían que tampoco había un bosque próximo que me tentara.
Nuestra historia preferida era la del tío Poto, cuyo argumento, algo delirante, consistía en las andanzas de un pícaro que llevaba por las plazas de los pueblos a un niño metido en un saco, al que obligaba a cantar al grito de «canta lechoncito canta o si no te pego con la lanza». El tipo conseguía con el espectáculo buena recaudación, hasta que el chaval lograba escapar y tenderle una trampa, ayudado por la señora María. Y no les relato el final por no hacerles 'spoiler' o en castizo incurrir en la venganza del acomodador con quien no le daba propina.
Secuestro, estafa, explotación infantil y un amplio abanico de ilícitos penales envolvían las correrías del tío Poto, que engañaba sin pudor a los confiados ciudadanos. Como lo hacía Pedro, el pastorcillo mentiroso. Ya saben la historia, simple y universal: venía el lobo y no era verdad, algo que seguro les suena actual; luego Pedro se reía de los incautos que picaban y cuando vino el lobo, nadie creyó su cambio de opinión y se quedó sin ovejas. Pero la realidad de hoy supera a la tradición cuentista donde a los tontos y a los pastores se les aparece la Virgen para seguir al frente del rebaño.
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