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Moro es la palabra. El vicenada de la Junta de Castilla yLeón y referencia venida a menos dentro de Vox, Juan García-Gallardo, ha decidido ... no perder protagonismo en su parón por el permiso de paternidad y se ha lanzado con más fuerza que nunca desde que viaja en coche oficial a mostrar su perfil más antiinmigrante, recuperando una palabra de incuestionables tintes xenófobos: Moro. «No te lo dicen, pero son moros», lanzó en X (antes Twitter) el miércoles a raíz de una pelea en Medina del Campo con diez implicados y un herido por arma blanca. «Billete de vuelta», completaba su vergonzosa diatriba.
Llovía sobre mojado. Días antes, a raíz del asesinato de una mujer y sus dos hijos a manos de la expareja de ella en Las Pedroñeras (Cuenca), el vicenada ya había cargado contra los inmigrantes. «Es el machismo de los moros y no lo queremos en España», decía en X. Moro es la palabra con la que la estrella declinante de Vox en Castilla y León quiere hacerse omnipresente en el debate político para agradar a Abascal.
El jueves, a la sonrisa del régimen mañuequista, Carlos Fernández Carriedo, se le atragantó la rueda de prensa del Consejo de Gobierno porque tuvo que contestar a la pregunta de qué le parecían los exabruptos de su vicenada: «Cualquier ciudadano puede hacer declaraciones, pero esas en concreto no las puedo compartir», acertó a balbucear el consejero portavoz, que inmediatamente dio cobertura al número dos de la Junta: la libertad de opinión le ampara, dijo sobre García-Gallardo. Habría que haber oído a Carriedo si un exabrupto de la bajeza moral del que usa para referirse a los inmigrantes lo hubiera expresado el vicenada refiriéndose, por ejemplo, al presidente de la Junta. ¿Habría sido capaz de decir que un insulto a Mañueco por parte del socio del PP está amparado por la libertad de opinión? ¡Claro que no! Pero como a los que ataca el alto cargo de Vox son inmigrantes...
Moro es la palabra. Y, muy lamentablemente, se la seguiremos escuchando a Vox.
La pregunta en este momento es: ¿Qué le impide a Mañueco cortar con Vox? O, formulada de otra manera: ¿Hasta cuándo va a tragar Mañueco con un socio que exhibe ese desprecio (Moro es la palabra) hacia los inmigrantes? Desde luego la capacidad de gobernar no, ya que tiene aprobado el Presupuesto para 2024, puede seguir 2025 con él prorrogado y terminar la legislatura: lo haría en minoría, pero cómodamente. Tampoco se lo impide el tener que aprobar leyes en las Cortes porque en coalición con Vox la producción legislativa está siendo la más pobre desde 1983, cuando Castilla y León accedió a la autonomía. Por falta de ganas en el seno del PP tampoco es: ojo a la verborrea de algunos dirigentes populares (alguno cercano al presidente) cuando se refieren a los altos cargos de Vox si no tienen un micrófono delante.
Puestos a identificar al enemigo que tiene el PP regional de cara a las urnas autonómicas, cabe preguntarse si es Vox, por incomparecencia socialista (Tudanca y el PSOE siguen a sus guerras y sus cuitas leonesistas). Pero no, el mayor enemigo del PP regional es el propio PP regional. Vox se lo ha puesto en bandeja con la amenaza de romper si las autonomías que cogobiernan admiten menores migrantes no acompañados llegados de Canarias. 21 tendrá que asumir Castilla y León. ¿Por qué no pide Mañueco 42 a ver si Vox tiene agallas de irse de la Junta? Ya les aseguro que los de Vox no se bajan del coche oficial así lleguen de las islas 84 menores.
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¿Entonces? ¿Por qué aguanta el presidente de la Junta carros y carretas y el desprestigio de tener a este socio? Porque no ha llegado el momento, dicen quienes saben. El conflicto catalán y el hecho de que los de Oriol Junqueras (ERC) estén apretando las teclas a Pedro Sánchez para sacar todo lo que puedan al Gobierno central antes de dar el sí al Illa presidente está marcando los movimientos tanto en el tablero castellano y leonés como en el nacional. Si Illa es presidente y no Puigdemont y si este tiene problemas en su regreso a España porque los jueces del Supremo están poniendo pie en pared a la ignominia de la amnistía, la inestabilidad de cara a un adelanto de las Generales ganaría enteros y, claro, la tentación de acompañar esas elecciones con otras Autonómicas en Castilla y León sería fácilmente salvable para unMañueco que en este momento no tiene otra obsesión que acercarse a la mayoría absoluta para no estar un escalón por debajo de Lucas y Herrera en eso de ganar de calle en las urnas.
Son tiempos de estrategias para controlar fuerzas y calendario. El general chino Sun-Tzu, activo en la política regional desde el 9-J, en 'El Arte de la Guerra' aconseja: «Dominar la fuerza es esperar a los que llegan de lejos, aguardar con toda comodidad a los que se han fatigado, y a los hambrientos, con el estómago saciado». Pero no dice ni palabra de cómo evita desesperar el que espera.
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