Si en 2022, cuando adelantó las elecciones, le llegan a decir a Mañueco que Vox iba a ser una mala copia del peor PP y que el PSOE se iba a ver esposado a independentistas, populistas y herederos políticos de ETA, no se lo habría ... creído. Pero tan bien le va que esta semana ha recibido suficientes señales de que en cuanto apruebe el Presupuesto de Castilla y León 2024 será más dueño y señor de la política regional y podrá hacer y deshacer a su antojo, que para eso es el único que puede disolver las Cortes. Así está la política en estas tierras. ¿Que no? Vean.
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Los consejeros de la Junta de Castilla y León han comparecido esta semana para presentar los Presupuestos de sus departamentos y ni en sus mejores sueños habrían imaginado el balneario político que han sido esas sesiones parlamentarias. La oposición se ha limitado a cubrir expediente y ni siquiera el siempre engolado exciudadano Igea ha sabido sacar la cabeza con propuestas o denuncias sobre la realidad de una comunidad como esta, llena de carencias especialmente en el medio rural. La oposición se ha limitado a repetir tópicos, con todos los portavoces socialistas volcados en defender a Pedro Sánchez comparando lo que, a su juicio, no hacen PP y Vox desde la Junta por la comunidad y sí el Gobierno de España. Pero los de PP y Vox ni siquiera se han molestado en contestar como merece este PSOE. Y eso que les habría bastado con poner de ejemplo la carretera nacional que une Valladolid con León, que en el tramo de algo más de 60 kilómetros entre Rioseco y Matallana de Valmadrigal ha recibido la misma atención del Gobierno de Sánchez en los cinco años y medio que lleva en el poder que la carretera que va de Thiès a Pout, en Senegal. Claro que esta no es competencia española, porque está en territorio senegalés; pues para el Gobierno de España la que une Valladolid y León (¡Valladolid y León!), entre Rioseco y Matallana es como si estuviera en Senegal. ¿Algún diputado o senador del PP, y eso que hay uno en Tierra de Campos, echa en cara eso al Ministerio de Transportes? Ni a este ni a ninguno. Nada, que bastante tienen con la matraca del soterramiento en Valladolid.
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Antonio G. Encinas
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Por cierto, ¿le va a decir alguien al medio alcalde-medio senador de Valladolid, Jesús Julio Carnero, que apostar todo al soterramiento en su gestión municipal es peor que susto o muerte? Y que, además, hacerlo con ese tono de voz tan áspero, que parece permanentemente cabreado, y con ese gesto tan adusto y hosco no es la mejor manera de convencer a la gente de las bondades de su iniciativa. Como tampoco lo es estar rodeado de exsocialistas que perdieron cargo por su otrora partido (Cecilio Vadillo, José Luis Lara...). ¿Alguien se cree que de haberles mantenido el PSOE la nómina pública estos excargos socialistas se habrían acercado al PP y a Vox en Valladolid? Esas compañías del medio alcalde-medio senador efectivas, lo que se dice efectivas, no parecen y llevan también a preguntarse por qué ninguno de los grandes empresarios de Valladolid y los directivos de las grandes empresas asentadas a orillas del Pisuerga acompañan al Gobierno municipal PP-Vox en esa reclamación del soterramiento. ¿Nadie de los que le rodea le muestra al medio alcalde-medio senador esa falta de refrendos a su proyecto soterrador desde el máximo nivel empresarial local?
Pero volvamos a Mañueco. El presidente está a muy pocas semanas de tener en sus manos el único instrumento que le va a dar libertad absoluta de movimientos, el Presupuesto de Castilla y León para 2024, que le va a llegar con este panorama político fuera del PP: 1) Vox a la baja. 2) Los grupos minoritarios de la oposición desaparecidos de la primera línea de combate: ni el Soria ¡Ya! de Ángel Ceña, ni el Podemos –o lo que queda de él– de Pablo Fernández, ni el Por Ávila de Pedro Pascual le dan un ruido a Mañueco. UPL, a lo suyo. Y 3) El PSOE perdido entre la amnistía, Koldo y sus luchas internas, que dejan a Luis Tudanca, secretario regional, que no líder, con cada vez menos apoyos y que a su falta de iniciativa de oposición a Mañueco añade ahora una pusilanimidad espectacular. Resulta que cuando se le pregunta en público por qué se cargó de viceportavoz a la leonesa Nuria Rubio, y abrió una guerra con el secretario provincial leonés, Javier Alfonso Cendón, repite el mantra de que las cosas del PSOE se hablan dentro del PSOE. Pero luego desde su entorno son los primeros en decir que si la ha dejado sin 90.000 euros de sueldo al año es por su falta de lealtad (sic). Cobra así carta de naturaleza que está bastante avanzada una alternativa a Tudanca apoyada por Ferraz, pero adelante o no elecciones Mañueco, aquí hoy nadie en el PSOE quiere comerse el marrón de empezar como cartel electoral con una severa derrota. Ese caramelo amargo se lo dejan a Tudanca para su propia despedida.
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Como el presidente le dejará otro, no menos envenenado, a García-Gallardo en cuanto Vox le regale al PP el Presupuesto 2024.
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