![Urbanitas](https://s2.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/2023/03/17/_03MAX202202551990-kODF-U190939939822AFE-1200x840@El%20Norte.jpg)
![Urbanitas](https://s2.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/2023/03/17/_03MAX202202551990-kODF-U190939939822AFE-1200x840@El%20Norte.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Nadie reflexiona sobre las ciudades, es imposible. No se hace por pereza, desconocimiento, falta de previsión o, simplemente, porque el gobierno en el ejercicio público conlleva un exceso de pequeñas obligaciones que impide abordar las cuestiones globales.
León es un ejemplo fantástico de esa falta ... de orden urbano y de criterio a la hora de avanzar en su desarrollo. En realidad solo hay que pasearse por sus calles para entender que pensar, lo que realmente se dice pensar en la recreación urbana, solo lo hicieron los romanos.
Desde entonces la ciudad ha crecido como con trozos de otras urbes y se han ido entremezclando ideas de metrópolis descomunales con proyectos de arrabales hasta formar un conjunto tan retorcido que hay momentos en los que parece hasta entrañable.
Con la Legio VII todo era orden y concierto. Una calle principal y el resto vías secundarias que se extendían de forma ordenada. Cada cosa en su sitio, con una puerta de entrada y salida, con espacios para el ocio y la diversión. Sin tacha, de verdad.
A partir de ahí esta ciudad tan singular tuvo el desarrollo acorde con las necesidades más urgentes de sus gentes, sin pensar que quizá habría un día donde todo tendría que cambiar.
Y ese mal, común por otra parte, se ha extendido hasta la actualidad. El soterramiento ferroviario, por ejemplo, se hizo para que la ciudad pudiera unir sus dos polos: el este y el oeste, pero se ha hecho tan rematadamente mal que al final se ha quedado en un sumidero. No hay más.
La ciudad sigue igual de dividida y el tren es un gusano malencarado que entra y sale de su cueva cuando quiere. Tan mal se ha hecho todo, tan inútilmente se ha invertido el dinero, que el resultado final no admite aprobación alguna.
El tren sigue fragmentando el corazón del núcleo urbano y el alfoz, donde la mejor solución que hoy está sobre la mesa es tapar las vías con un montón de arena para enterrar las vergüenzas de la falta de criterio a la hora de acometer este tipo de transformaciones. No es una invención, es así.
Hacer las ciudades 'a cachos' conlleva lo que esta misma semana han podido comprobar los vecinos de León. Gobierno y Junta han anunciado un proyecto de intermodalidad entre las estaciones de tren y autobús. La intermodalidad es una acera de 300 metros a la que se pondrá una techumbre para cuando llueva. Punto y final. Eso sí, ya se ha advertido que por ese tramo circulará «poca gente». Casi nadie, en realidad. El coste, más de 600.000 euros. Hubo un tiempo en el que había un proyecto de soterramiento y de conexión intermodal, que abría la ciudad de par en par, pero nadie lo quiso acometer.
El maquiavélico estado urbano de ciudades como León nunca ha tenido solución. Hubo un tiempo en el que Mario Amilivia, con Cecilio Vallejo como concejal, buscó aliviar la situación acometiendo peatonalizaciones. El hoy alcalde, el 'leonesista' José Antonio Diez, es otro ejemplo de esfuerzo por reconducir la situación impulsando proyectos para recoser áreas peatonales y recomponer algunas piezas. Ambos casos, son excepciones. Remiendos para aliviar la siempre complicada vida de los urbanitas.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.