Ibarrola
Rincón por rincón

En calzoncillos

«Tanta tensión política provoca que el caldo electoral entre en ebullición en algunas mentes hasta el punto de presentar escenas que se podrían calificar, en el mejor de los escenarios, como singulares»

J. Calvo

León

Lunes, 1 de mayo 2023, 00:59

La campaña electoral mete a la clase política en un bucle temporal que le hace olvidar el entorno. Más la actual, en la que el abanico de posibles resultados se abre mucho más de lo habitual y que, al mismo tiempo, parece servir de entrenamiento ... de cara a las próximas Generales. Tanta tensión política provoca que el caldo electoral entre en ebullición en algunas mentes hasta el punto de presentar escenas que se podrían calificar, en el mejor de los escenarios, como singulares. Cuando el seso se recuece realmente puede ocurrir de todo.

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Una de esas singularidades la ha protagonizado el hoy concejal de Podemos Equo en el Ayuntamiento de León capital, Nicanor Pastrana, próximo 'número uno' en la candidatura de la formación Alantre. Para quienes ven la política en la distancia Alantre es una palabra 'llionesa' que significa 'adelante', paso al frente, una especie de vamos a por todas.

Pero la realidad es que hoy Alantre, con todo el cariño, no es nada. Poca 'chicha' dentro de un leonesismo tan palpable en la sociedad como dividido y curiosamente fragmentado a la hora de alcanzar las grandes gestas.

Alantre, ya lo ha advertido su primer candidato de la historia, es el leonesismo desde la izquierda, lo que supone que habrá otro leonesismo desde la derecha, uno más desde el centro, un leonesismo caído desde arriba y el último que llegará desde abajo, casi desde el fondo de la tierra.

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Esa facilidad para fragmentarse en mil pedazos, es la que ha propiciado que el veterano candidato haya decidido impulsar su proyecto desnudándose en la Plaza Mayor de la ciudad. Y todo salpicado entre vítores y banderas, como si fuera una gran estrella del rock suburbano.

No ha sido un desnudo integral, eso habría sido horrible, sino un avance de lo que se puede llegar a hacer por dar visibilidad a un proyecto honestamente limitado. «León tiene que dar un paso al frente», reflexionaba una vez finalizada esa performance política de gracia limitada. León no necesita a los leoneses en calzoncillos, si por ahí iba la cuestión.

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La campaña, la nueva campaña electoral, se juega ahora sin embargo en formatos diferentes. Nicanor paseaba se baja los pantalones en la Plaza Mayor al mismo tiempo que en otra plaza, en la de Ponferrada, otro candidato se grababa con un móvil.

Manuel Ferreiro, al otro lado del Manzanal ha hecho sus vídeos virales en TikTok. Y todos con su gracieta. El político ha elegido la plataforma que más triunfa entre los jóvenes para denunciar la situación de la ciudad y las promesas de sus candidatos. En nada estará en un millón de reproducciones. Hay nicho con el móvil.

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Pero ellos no son los únicos que decidieron apurar con estridencias sus campañas para hacerse ver. Cuando no hay recursos, paso al frente.

Cuentan las malas lenguas que hace tiempo, en una pedanía de la provincia, uno de los candidatos decidió hacer campaña recorriendo puerta a puerta todas las viviendas de sus vecinos. Y a todas ellas acudió montado sobre su burro, un asno de pelo enredado pero bonachón y muy obediente.

–«Él es el candidato y yo le acompaño», decía.

Ganó el burro, que gobernó con amplia mayoría durante cuatro largos años. Cosas de la montaña leonesa.

Los tiempos electorales llegan con estos atragantones de imaginación. De momento ya hay un candidato en calzoncillos. Y amenaza con ir un poco más lejos. «El próximo desnudo será integral», ya ha advertido vista la repercusión mediática de su primera puesta en escena.

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Lo dicho, solo falta el burro.

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