La irresistible tentación de bautizarlo todo

Pero en Valladolid la cosa no da para tanto, hay que organizarse mejor. Hablan de poner el nombre de Concha Velasco a la estación de Renfe. No me parece mal, pero siempre después de que se lo pongan a Miguel Delibes. Que Concha está muy bien, pero yo creo que todo tiene su jerarquía. O a Paco Umbral. Ya lo tengo, podemos poner, quizá, Valladolid-Campo Grande-Concha Velasco a la de tren; Villanubla-Miguel Delibes al aeropuerto y dejar a Umbral la estación de autobuses, que le pega, con ese costumbrismo de yonquis, lumis, estudiantes y señoras que vienen de Ataquines. Aunque, bien pensado, lo que le pega a la estación de autobuses es llamarla 'Terminal Walter Lozano'. O quizá 'Valladolid-Sergio Kresic', que él era mucho de poner el autobús. Y bien que hacía.

Y ahora que lo pienso, esta iniciativa, que me parece bien, resulta poco ambiciosa. No deberíamos limitarnos a bautizar calles, aeropuertos y estaciones. Yo quiero dar rienda suelta a la irresistible tentación de bautizarlo todo y poner mi nombre a una rotonda. O, mejor aún, a una gasolinera, de esas con bar. O si no a un túnel, a un paso subterráneo, que en Valladolid de eso sabemos bastante, imagínense, Túnel de Andrómeda-Lola Herrera –a la que Dios guarde muchos años– o paso de Daniel del Olmo-Ágata Lis. La calle Isabel la Católica se podría llamar 'Velódromo Óscar Puente'. Aunque ahora ya nada porque han quitado el carril bici, así que cambiamos velódromo por 'Bucólico caminillo' y se lo podemos dedicar a 'Los Pichas'. Bien pensado a Los Pichas yo les dedicaría una Sala de fiestas, quizá la antigua Paladium. Y los llevaría por el Campo Grande acompañando a la Niña Pastori, que la he visto yo en un vídeo cantando a las palomas como si estuviera en la Caleta de Cádiz. No sabe que las palomas esas están más frías que Ursula Von der Layen y que tienen comportamientos más cercanos a un cóndor que a las golondrinas de Triana. Me imagino a los Pichas con la Niña Pastori como a María Dolores Pradera y los gemelos, pero con más arte, recorriendo la calle Santiago, caminando con ese aire canallita y rondillero y abrazándose a Chaboli para hablarle muy seriamente del Juventud Rondilla.

Creo que deberíamos poner nombres de celebridades a todas las cosas. Por ejemplo, a Begoña Gómez le pega una escuela de negocios, el Gómez Business Campus. O un parquímetro. Y luego el mercado medieval 'Víctor de Aldama', con su jabón para la psoriasis y sus especias. Hay que bautizarlo todo. Propongo que busquemos patrocinador para la crisis de deuda que se nos viene encima, qué sé yo, 'Crisis Fundación March', o 'Crash Mayer Amschel Rothschild'. Y también a las épocas expansivas: 'Burbuja inmobiliaria Freixenet'. Y podríamos aprovechar para cambiar el nombre de la curva de Laffer, que dicho así suena muy vulgar, por 'Elipse-María Jesús Montero'. Y los presupuestos por 'Chanson de Carriedo'. O las autopistas, por ejemplo, es un poco flojo llamarse 'A6' pudiendo llamarse 'Autopista Anuar Tuhami'. Hay oportunidades en todo, la ITV, las líneas de autobús y hasta las depresiones. No sé por qué no podemos aspirar a un 'Juzgado de familia-Juana Rivas' o a una 'Delegación de gobierno-Los Jordis'. Incluso a los errores, llamando a uno muy gordo 'José Luis Ábalos'. Me parece mediocre y conformista que la sede del PP se llame 'Génova 13' pudiéndose llamar, por ejemplo, 'Coliseum Luis Bárcenas'. O que la del PSOE se llame Ferraz pudiendo bautizarse como 'Sede Pedrista Koldo García Izaguirre'. Y las catástrofes naturales, que, en lugar de ser nombradas siguiendo el sistema habitual, deberían homenajear a futbolistas rudos del Pucela, 'Huracán Albis', 'Terremoto Gonzalo Arguiñano' o 'Erupción volcánica Juan Manuel Peña'.

Las paradas del 8, ya me dirán, muy flojo conocerlas por calles. No vamos a ningún lugar con la parada de la 'Calle Eusebio González Suárez Frente Federico Landrove Moiño'. Eso debe llamarse 'Parada Patricia Conde' y punto. O los fenómenos meteorológicos: la niebla del domingo pasa a llamarse 'Cencellada Diego Martín'. O 'Karla', que ya decían 'Los Nadie' que rozaba la niebla. Y el paso de peatones entre Poniente y el Núñez de Arce debería llamarse 'Travesía Inés Sastre', que un día de joven le vi allí e hice un giro de cuello que casi me provoco un esguince cervical.

Parada de taxi 'Arvidas Sabonis', mercado municipal 'Leo Harlem', cajero automático 'Turu Flores', hay para todos. Y como esto no solo sirve para lo público sino también para lo privado, me dispongo a levantarme de mi silla 'David Luguillano' para dirigirme hacia el pasillo –'Corredor Franco Battiato'–, abandonando mi cuarto –el 'Gran salón Javier Krahe'– para meterme en el baño 'Spa-Julio Camba' donde me daré una ducha. Así se lo comuniqué a mi hija en una reunión que tuvimos en la 'Mesa de la cocina-José Luis Garci', pero deduje que no le pareció bien del todo porque corrió a encerrarse airada en su 'Habitación Ceremonial-Aitana' y hasta hoy. Aunque supongo que se le pasará. Mañana lo hablaré con ella en el 'Cuarto de estar-Morante de la Puebla'. Si el domingo nos toca la lotería, lo dejamos pasar. Pero si no, lo hablaremos seriamente en el 'Congreso familiar-Puerto Hurraco II'. De ponente, Luis Tudanca.