Invitación 'real'

Fiel a sus principios (los mediáticos) la UPL no ha desaprovechado el tour de visitas de los reyes Felipe y Letizia por las diferentes comunidades autónomas para cursar la correspondiente invitación. Y su argumentario viene de lejos. Ya que Castilla y León carece de capital efectiva no resulta de obligado cumplimiento recaer en el centralismo de Valladolid y podría la pareja real, quién sabe, acudir a cualquiera de las otras ocho provincias. Y entre ellas de forma especial León, por supuesto.

Más allá del oportunismo de la cuestión, tan innegable como la habilidad para cartearse con la Casa Real y enarbolar la bandera de la tierra, a la petición localista le sobran argumentos para conseguir que efectivamente los monarcas empleen un fin de semana en regresar a León. Regresar, y no es un error.

Cierto que Castilla y León es una tierra de reyes, pero solo en la provincia de León se dan dos circunstancias que no admiten comparación posible. Una tiene que ver con el ocio, la otra con el compromiso con la historia.

En esta provincia, con reúma económico y social, se encuentra Babia. Y Babia siempre fue una zona muy 'real', por mucho que ahora se le busquen otras justificaciones. Los reyes en la Edad Media estaban en Babia el tiempo de descanso y ocio, allí recuperaban energía para las batallas diarias y curaban sus heridas.

'Estar en Babia' solo es posible en León. Bañada por los tres ríos (Sil, Luna y Torrestío), Babia es una fusión sin igual de paisajes, una mezcla única de montaña y llanos, roca y pizarra... y silencio, mucho silencio. Respirar ese aire ya justificaría tal visita y permitiría además un reencuentro con los paisajes que pisaron sus antepasados. No es poco.

Babia sería una excusa, ciertamente, San Isidoro un sólido argumento histórico. Antes o después, Felipe y Letizia tendrán que adentrarse en la historia de la que forman parte, y eso supone poner la mano sobre las mismas rocas que ampararon a sus antepasados y que les llevaron por ejemplo a crear el sistema democrático moderno desde León, en esa impetuosa basílica de San Isidoro.

En 1188 Alfonso IX convocó por primera vez en la historia a los 'Tres Estados' a la Curia Regia. Esas Cortes, clave en la historia del parlamentarismo, se desarrollaron en el claustro de San Isidoro concediendo al pueblo soberano el derecho a intervenir en la decisión de los asuntos públicos.

Podría la Casa Real revivir un argumento tan sólido e incontestable y tener en sus manos los 'Decreta', el testimonio documental más antiguo del sistema parlamentario europeo con todo el peso que eso supone.

Los argumentos se extienden a la hora de justificar una visita de esta altura porque los reyes, los de todos, podrían visitar zonas de enorme valor histórico pero también áreas machacadas por la reconversión y hoy por la pobreza, cuando no el olvido más despiadado.

De todo hay en esta provincia en la que sobran argumentos para forman parte de esa España que precisa de un empujón 'real' para intentar ver más claro el camino hacia el futuro. Están todas esas razones, las sociales, las económicas, las culturales y las históricas; bueno, y también las de la UPL, pero eso queda a consideración de cada cual.