Hasta el infinito y más allá
Abriendo el compás ·
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Abriendo el compás ·
Porque si la agencia espacial cayese en León, no solo sería un éxito y un acto de justicia para León, que por supuesto, también un magnífico proyecto para la ComunidadYo me considero un tipo bastante convencional y, en algunas aficiones como me decía mi madre, he rozado el 'simplismo', si podemos considerarlo como una corriente más.
Soy muy del cine español de los años 60 y 70, y sobre todo soy del gran Tony ... Leblanc y de todos aquellos cómicos que aun hoy consiguen cambiarme el rumbo de un mal día.
Una de aquellas películas que siendo niño me marcó fue el Astronauta. El desarrollo es muy sencillo, el hombre consigue llegar a la Luna y en un bar de Minglanillas unos amigos lo presencian por la televisión. Uno de ellos, el más espabilado, afirma que con un poco de dinero y mucho oficio ellos también son capaces de hacer lo mismo… la SANA.
Uno de los primeros regalos que le compramos a Dimas fue el mítico Buzz Lightyear. Vivimos a 20 minutos a pie de esos grandes almacenes que de aquella gestionaba el otro Dimas, y fue tal la emoción que cuando llegamos a casa el juguete de la genial película (inspirado en los astronautas del Apolo 11, concretamente en Buzz Aldrin), llegó con las pilas agotadas, sin luces ni sonido, ni nada de nada.
Cuando nos mudamos de casa Dimas, tenía claro que la nueva pared de su habitación había que decorarla con los planetas del sistema solar, un trabajo de gran precisión y pericia del que se encargó su madre que tiene mucha más paciencia que yo.
Una vez decorada la habitación ya solo nos faltaba el disfraz de astronauta para poder llevar al colegio en Carnaval. Lo conseguimos, y junto con el de Mario Bross creo que ha sido el atuendo que más hemos lucido.
La semana pasada cuando la agencia espacial europea anunciaba que los próximos astronautas serán dos paisanos, enseguida hubo que rebuscar en mi casa el famoso disfraz.
Que unos jóvenes de provincias, concretamente de León, tengan que irse fuera a buscarse la vida no es nada nuevo, pero como dijo el gran Alsina: «si de Madrid se va al cielo, de León se va al espacio». Y habrá quien piense que tal y como está la llamada España vacía, han tenido que ir al espacio en busca de trabajo.
Pablo Álvarez y Sara García seguramente sin darse cuenta, sin ser conscientes, han hecho más por esta tierra de lo que se imaginan. Han demostrado que nuestra educación y nuestras facultades son buenísimas, no hace falta recorrer cientos de kilómetros para estudiar carreras con títulos tan largos que ni sus usuarios saben exactamente en qué consisten, estudiar en tu ciudad no es tan malo ¿verdad? Pero bueno quizá de esa gilipollez tengamos mucha culpa los padres.
La ciudad de León es candidata a la sede de la agencia española espacial. Antes estaba ahí, con pocas opciones, pero ahora no se nos puede escapar. Tener dos astronautas entre veintidós mil aspirantes, digo yo que eso tiene que tener un plus y por ello merece un apoyo total de todas las instituciones. Porque si la agencia espacial cayese en León, no solo sería un éxito y un acto de justicia para León, que por supuesto, también un magnífico proyecto para la Comunidad, pero ante todo, sería un aliciente y una bocanada de ilusión para cientos de jóvenes que corrieron a la habitación en busca del disfraz de astronauta. Pablo y Sara han dicho que quieren devolver a la sociedad lo invertido en ello, quizá no esté todo perdido.
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