Secciones
Servicios
Destacamos
«Comunismo o libertad de comer phoskitos» es el nuevo lema del PP. La enésima simplificación del mensaje político, esta vez convertida, con sus ... correspondientes fotos en redes sociales, en el culmen del absurdo, de la ridiculez y de la falta de vergüenza. Es lo que tiene reducirlo todo a un negro/blanco, que poco a poco pierdes la gama de grises y acabas emborronándolo todo. Al enunciado «Alberto Garzón decide» le sigue sin solución de continuidad el «¡alerta comunista!» irracional, sin más análisis ni discusión.
Resulta que la Organización Mundial de la Salud advierte sobre el exceso de azúcar en la dieta occidental, especialmente en el caso de los niños. La Junta de Castilla y León –el propio PP y Cs, recordemos– alienta que se reduzca el consumo de azúcares añadidos. Los colegios públicos, que dependen de esa misma Junta, les dicen a los padres que ojito con el almuerzo de sus hijos, que la semana se divide en lunes-fruta, martes-lácteos, miércoles-bocadillo y sacrílego el que quiera ganar cinco minutos de sueño colando un bollicao en la mochila.
Comunistas todos, claro.
En nuestras ciudades crecen los locales de comida basura como setas, al más puro estilo 'yuesei'. Anunciamos y vendemos a menores bebidas energéticas que son una bomba. La media de azúcar por lata son 55 gramos en 474 mililitros. Como si usted coge el café con leche mañanero y le pone siete terrones de cuatro gramos. Y luego se toma otro igual. Que somos tan tolerantes con esto como lo éramos cuando anunciábamos bebidas alcohólicas para que los peques abrieran el apetito. Y que esto es suficientemente serio como para convertir el debate en un meme infantiloide de político atiborrado a bollería industrial al grito de falsa libertad.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.