Horror machista
Editorial ·
El recuerdo de las niñas de Tenerife emplaza a proteger a las víctimas de la violencia de género y también la vida de sus hijosSecciones
Servicios
Destacamos
Editorial ·
El recuerdo de las niñas de Tenerife emplaza a proteger a las víctimas de la violencia de género y también la vida de sus hijosEl cuerpo de Olivia, de 6 años, fue hallado a más de mil metros de profundidad en el Atlántico, frente a Tenerife. Era el desenlace que su madre, Beatriz, quiso ahuyentar durante 45 días esperanzada en que su padre, Tomás Gimeno, preservara la integridad de ... sus hijas tras secuestrarlas en una huida desesperada. Es lo que una ciudadanía conmovida por su desaparición ha tratado de borrar de sus peores augurios en estas semanas. El temor fundado de que Anna, la hermana pequeña, corriera la misma suerte acongoja al país. Porque nadie es capaz de imaginar qué sintieron las niñas mientras Gimeno les arrebataba su felicidad. Ni de ponerse en el lugar de Beatriz, rota tras esforzarse día a día en el rescate imposible de dos ángeles que su otro progenitor había hundido en el abismo para vengarse de ella.
Su madre y las personas que más las querían han compartido las imágenes dichosas de Olivia y Anna permitiendo que todos las sintamos nuestras. Poco importa qué haya sido de Tomás Gimeno tras la crueldad inconcebible de su conducta posesiva. Pero el recuerdo de las niñas de Tenerife interpela de nuevo a la sociedad y a las instituciones. Especialmente para que, junto a la dignidad de las mujeres víctimas de la violencia machista, se asegure el bienestar y la vida de sus hijos. Como la memoria de Rocío Caíz, asesinada y descuartizada con 17 años por su expareja de 23 y padre de un bebé de cuatro meses en la localidad sevillana de Estepa, emplaza al sistema educativo y a los servicios sociales y de salud a adelantarse a lo peor con acciones de formación, sensibilización y prevención que impidan otro final de tanto horror. Para ello es imprescindible que todos los ciudadanos y todas las fuerzas representativas reconozcan la existencia de una violencia extrema por su injusticia, que hace de la mujer un objeto al alcance de los celos del narcisismo machista, sometida a su servicio y sujeta a sus cambios de humor.
España puede enorgullecerse de haber identificado tan específico dolo antes que los demás países de la UE. De haber sido pionera en el tratamiento penal de la violencia de género y en la asunción colectiva de un problema que nunca más podrá ser considerado doméstico. Pero por eso mismo los españoles estamos obligados a atajar semejante sinrazón sin admitir que un partido como Vox ose trivializar la tragedia negando que el machismo constituye una amenaza latente contra la mitad de la población.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.