Zapatero y Herrera, en un encuentro en La Moncloa en 2009. FRAN JIMÉNEZ

Herrera y ZP se van de rositas

LA ESPITA ·

«El Consejo de Cuentas ha sentenciado que las medidas contra la despoblación de los últimos 20 años son un fracaso. ¿Y qué hacen los políticos? Silbar y mirar al sol»

J. I. Foces

Valladolid

Domingo, 13 de diciembre 2020, 08:54

Fracaso. Podría haber hablado más alto el Consejo de Cuentas de Castilla y León (órgano fiscalizador de los dineros públicos en esta comunidad) pero imposible hacerlo más claro: los planes de lucha contra la despoblación en los últimos 20 años han sido un fracaso. ... La institución que preside el leonés (del PP) Mario Amilivia, no ha tenido clemencia ni ha puesto paños calientes. Demoledora conclusión.

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Quien presidió la Junta 18 de esos 20 años fue Juan Vicente Herrera. Y el Gobierno de España, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy. Herrera empezó sus mandatos con especial dedicación al empleo y la población, pero no es lo mismo luchar contra la despoblación que trabajar por la población. Con lo primero, se tiene claro cuál es el problema a solucionar; en lo segundo es complicado pasar de las musas al teatro (expresión favorita del expresidente Juan José Lucas cuando criticaba a alguien cuya inacción le exasperaba).

Mario Amilivia, presidente del Consejo de Cuentas. A su derecha, Emilio Melero.

No lo van a decir nunca Amilivia ni el Consejo de Cuentas, institución en la que también ejerce el socialista salmantino Emilio Melero, pero el fracaso de las políticas contra la despoblación es uno de los más grandes descalabros del bipartidismo. Ni al PP, eternizado en la Junta por algún mérito propio y muchos deméritos socialistas, ni al PSOE, perpetuado en la oposición por claros desdoros particulares, les dio la gana esos 20 años ceder, ni se atrevieron a presentarse como quienes cedían para alcanzar acuerdos que pensasen en futuras generaciones de castellanos y leoneses. Eso sin contar que afrontaron el problema con gafas de madera, tanto las legiones de herrerianos (que en cuanto dejó de ser presidente se disolvieron como azucarrillo en el café) como las sucesivas tropas socialistas (ora con Ángel Villalba, ora con Óscar López, o con Julio Villarrubia, o con Luis Tudanca, o con las gestoras, que casi siempre recurrían a Jesús Quijano para mantener la moral alta entre tanto secretario regional).

Quijano, Villarrubia, López y Villalba, en el congreso regional socialista celebrado en Zamora. MARIAN A. MONTESINOS

Villalba y su homólogo parlamentario en 2003, José Antonio de Santiago-Juárez, acordaron crear una 'Comisión no permanente sobre evolución de la población en Castilla y León'. Pésimo comienzo: todos en esta comunidad sabían que la población evolucionaba tan mal que lo que había (y hay cada vez más) era una despoblación clamorosa. Luego quisieron redactar un libro blanco y les salió un libro en blanco. Aprobó el PP una Agenda de Población (que ni fue agenda ni fue de población) y, mientras, los socialistas de aquí no fueron capaces de convencer a Zapatero para elevar a rango de Estado la lucha contra la despoblación. Llegó la crisis de 2008 y lo tapó todo. Con Rajoy en la Moncloa, desatención sobre desatención. Claro, que los suyos desde aquí le hablaban de 'reto demográfico' (segundo par de gafas de madera) y eso se ve que no entraba en los esquemas del presidente gallego. Hasta llegar a hoy, cuando Pedro Sánchez ha recogido esas gafas de madera y también llama 'reto demográfico' a lo que es despoblación. Así es imposible.

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Luis Fuentes y Francisco Igea, en la sede nacional de Ciudadanos. JUAN LÁZARO

Se cumplen dos semanas del bofetón del Consejo de Cuentas a las políticas herrerianas y zapateriles (el presidente socialista fue quien más estuvo en la Moncloa en los últimos veinte años) sobre despoblación. ¿Qué ha hecho desde el lunes 30 de noviembre la actual clase política regional (cargos autonómicos y estatales)? Silbar y mirar al sol. Como que esto no va con ellos. Hay una amenaza muy tenue, pero amenaza a fin de cuentas, formulada por el presidente de las Cortes, Luis Fuentes, para volver a las andadas y crear algo parecido al Observatorio por la Población que fracasó en 2006. Y el vicepresidente, portavoz y consejero de todo lo de Ciudadanos en la Junta (menos Cultura, porque no llega), Francisco Igea, promete una Estrategia de Lucha contra el Reto Demográfico.

Lambán (Aragón), page (Castilla-La Mancha) y Mañueco (Castilla y León), en el encuentro oficial que celebraron el pasado viernes. MANU MERINO-ICAL

Aquí van dos certezas y un pronóstico. Primera certeza: pese al fracaso de sus políticas contra la despoblación, Herrera y Zapatero se van de rositas, sin que les roce ese fracaso, uno acomodado en el Consejo Consultivo y otro en su estatus presidencial. Segunda certeza: todos los políticos tienen gafas de madera y seguirán sin ver el problema. Y el pronóstico: esta materia en manos de Fuentes o de Igea está abocada al fracaso. El primero, porque no tiene capacidad ejecutiva. El segundo, porque carece de don de gentes. Sería mejor que este dejase actuar a quien sí lo tiene; por ejemplo, su director de Ordenación del Territorio, Antonio Calonge, que además posee bagaje universitario. O, si no, que coja el toro por los cuernos el presidente Alfonso Fernández Mañueco, que ya sabe lo que no se ha de hacer, ya que fue consejero de Herrera y vivió en primera línea aquellas políticas fracasadas (Consejo de Cuentas dixit). Pero claro, si lo que hace es juntarse a Page y Lambán y pedir dinero a Europa para el 'reto demográfico' (¡que se llama despoblación, des-po-bla-ción!)mientras en Castilla y León mantiene cerrados los consultorios médicos de los pueblos... Eso se llama seguir mirando al sol con gafas de madera.

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