Secciones
Servicios
Destacamos
La bonanza económica, gritábamos hace años, se acabará el día menos pensado si no la cuidamos; no es como la belleza de Audrey Hepburn, que dura para siempre.
Con la democracia sucede otro tanto. Creemos que rueda por sí misma, que es un regalo ... de los dioses, que nada puede hacer que la perdamos. En décadas anteriores, vimos que caían a manos de militares, de golpes de Estado, revoluciones... Afortunadamente, suspiramos, aquellas épocas pasaron. Nadie imagina, en el mundo occidental, a un ejército entrando en palacio presidencial. Tejero fue el último, tan último que era esperpéntico. Hoy, las democracias se derriban desde dentro. Hay un montón de dictadores que ganaron elecciones. Fujimori, Chávez, Putin, Ortega, Erdogan, Lukashenko... Trump.
Las democracias son agotadoras para los tiranos. Para hacer algo, es necesario papeleo, reuniones, acuerdos, votaciones, cesiones, elecciones... ¿Por qué –se preguntan Putin o Erdogan, Trump o Le Pen, si gobernase Francia–, hemos de perder el tiempo con esas formalidades? Socavar una democracia desde dentro es sencillo, efectivo y a menudo pasa inadvertido. Hasta, muchas veces, cuenta con el apoyo popular. Se calla a los jueces, se cuestiona el derecho de la oposición, se cierran o compran periódicos, se señala a colectivos como culpables, se miente... Hoy, una cosa; mañana, otra.
¿Y quién es el guardián de la democracia? ¿La gente? No. Los partidos políticos. Ellos son los vigilantes y los han de frenar las amenazas totalitarias. ¿Quién impidió que Henry Ford, simpatizante nazi, llegara a la Casa Blanca? El Partido Republicano y el Demócrata. ¿Por qué Le Pen no gobierna Francia? Porque el Partido Socialista pidió a sus electores que votaran a Macron. Los conservadores austriacos dieron su apoyo al Partido Verde para derrotar a Hofer, de la extrema derecha. Guardianes de la democracia han de ser los partidos y no buscadores de poder. ¿Qué hacen el PP, el PSOE y Ciudadanos para frenar a Vox? Le dan carta de autenticidad, le aceptan, pactan, le permiten que exhiba en televisión un programa anticonstitucional, que mienta, que amenace... Un pacto multilateral sí sería necesario para derrotar a ese caballo de Troya que está frente a nuestras murallas.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.