Gran año para avestruces

Los dos llevan las noticias apocalípticas a la Casa Blanca donde se las cuentan a una desinteresada presidenta (Meryl Streep), tan ignorante como Donald «bebed lejía» Trump, cuya única decisión no es intentar destruir la roca con misiles, sino «vigilar la situación». Luego, en una entrevista en las noticias en la televisión, que transmiten después de los cotilleos del corazón, la astrónoma queda tan frustrada por su impotencia de convencer a los presentadores de la gravedad de la situación que por fin grita, «¡Joder! ¡Todos vamos a morir!». A partir de ese momento, está marcada como diana legitima para ser ridiculizada en las redes sociales por un pueblo que no tiene ningún interés en oír que Armagedón pasara antes de la Super Bowl, la gran final del futbol americano. Y así va, de mal en peor hasta… Bueno, si no la han visto, no voy a contar cómo termina, pero es tan alegre como el final de 'Titanic', excepto con menos supervivientes.

La prensa ha criticado la obra con dureza, marcándola entre mediocre y mala. Sin embargo, con el público ha sido un éxito. En las fiestas navideñas ha sido una de las más populares en Netflix, no solo en España sino en el mundo entero, consiguiendo ser la tercera más vista en la historia de la plataforma streaming.

La película también ha gustado a la comunidad científica. Muchos, como Peter Kamus, el experto de la NASA en el cambio climático, o la prestigiosa revista 'Scientific American', dicen que les recuerda a sus propias frustraciones intentando avisar al mundo del peligro de seguir usando fueles fósiles. Ellos insisten que estamos a punto de provocar una catástrofe que podría causar una extinción masiva. Por supuesto, pocos les creen. Claro. Son aguafiestas, «progres»» que quieren quitarnos la libertad, etcétera. Ay. 2022 va a ser un gran año parar avestruces.