A gran altura

Su calidad dramática, tan plural y capaz de mezclar el desenfreno con el desenfado, también le permitía una perfecta y distinta descripción de cada personaje, por supuesto sin dejar de ser siempre el mismo Poitier. Además, la dicción con un ligero acento colonial y el gesto elegante que asimilaba al afroamericano y lo alejaba de estereotipos inferiores lograron un considerable avance. En una escena de 'En el calor de la noche', Virgil Tibbs es abofetado por un blanco racista al que devuelve de inmediato el golpe. Fue un recurso muy significativo, porque la película se había estrenado solo tres años después de promulgada con muchos votos en contra la Ley de Derechos Civiles. Poitier marcó la diferencia en aquel papel y en toda su carrera, como formidable actor y como precursor de la asimilación racial en el cine.

En ese año estrenó también 'Adivina quién viene a cenar esta noche', donde el divertido 'plot' aludía a la aceptación de un yerno negro en un novedoso matrimonio interracial. Pues bien, Poitier rayó a tan gran altura en el papel de un médico cosmopolita y sofisticado, que hasta en Hollywood llegaron a bromear con la idea de que quien no estaba a la altura del yerno negro era la novia y su familia, todos ellos blancos.