Un Gobierno, dos Gobiernos

Dados rodando ·
Será curioso ver cómo llegan a las vidas de los nuevos cargos los coches oficiales, los amplios despachos, las secretarias y el personal de apoyo...

Antonio San José

Valladolid

Jueves, 16 de enero 2020, 07:30

Tras las primeras horas de rodaje del primer Gobierno de coalición de izquierdas en España desde la Segunda República, ya conocemos el camino por el que este quiere transitar bajo la presidencia de Pedro Sánchez y la vicepresidencia de Pablo Iglesias. Porque, no nos engañemos, ... la vicaria formal de este Gabinete es Carmen Calvo, la que estará al frente de la gobernabilidad de la nación en ausencia del titular, pero en la percepción ciudadana ese papel de número dos lo va a ostentar, de facto, el líder de Unidas Podemos. Ya verán como él se encarga de marcar territorio y no dejar que su rol se devalúe entre el póker de vicepresidencias decidido por Sánchez. La obsesión del PSOE es ofrecer en todo momento la imagen de un solo Gobierno, coordinado y, a ser posible, monolítico, aunque ya sabemos que tal ensoñación no pasa de ser una mera formulación de carácter teórico. La cohabitación será complicada, incluso muy difícil en determinados momentos, especialmente si tenemos en cuenta que al ansia infinita de protagonismo y poder de Pedro Sánchez se une también el ansia infinita de protagonismo y poder de Pablo Iglesias.

De modo y manera que tenemos no uno, sino dos gobiernos, cada uno de ellos con su líder al frente. Un 'bigobierno' con un número insólito de vicepresidencias y de ministerios, algunos de ellos claramente inflados, con el fin de contentar a todo el mundo. El poder, ya lo comprobarán, obra efectos taumatúrgicos en quienes lo ejercen, y uno de ellos es el de transformar los ímpetus revolucionarios a golpe de posibilismo. Intuir que pasado un tiempo la pareja Iglesias-Montero va a ser acusada por algunos de los suyos de haberse convertido en 'la casta' que tanto denunciaron, es una apuesta de dólares contra galletas. La historia está escrita y cuando los que tienen serias dificultades para llegar a fin de mes constanten, transcurrido un periodo razonable, que las siguen sufriendo, empezarán a echarle en cara a la pareja los más de 150.000 euros anuales que se embolsan entre los dos por su trabajo en pro de los intereses de los más desfavorecidos.

En estos días empieza la pedrea, el reparto de cargos que incorporara a la Administración a muchos fieles compañeros alguno de los cuales pasará de una situación económica precaria a disfrutar de la confortable nómina oficial con la garantía del Estado. Secretarios de Estado, subsecretarios, cargos intermedios, asesores, expertos en comunicación, escritores de discursos, ideólogos y estrategas; el poder ofrece un paraguas muy grande cuando actúa como una agencia de colocación de la que se benefician los más cercanos, adictos y fieles. Se trata de nombrar cargos de confianza, y en eso los próximos tienen mucho ganado más allá del deseable concurso público de méritos y capacidades.

Será curioso ver cómo llegan a las vidas de los nuevos cargos los coches oficiales, los amplios despachos, las secretarias y el personal de apoyo, los asesores, las tarjetas de crédito a cargo del erario publico, y la parafernalia que siempre acompaña a los elegidos para la gloria de ejercer el poder en la esfera pública, entre ellas el derecho al uso de las salas de autoridades de los aeropuertos. Y también, serán dignos de contemplación los enfados que van a provocar en ellos los periodistas y los medios de comunicación que ahora pueden considerar como más afines. El poder, no importa la ideología de quien lo ejerce, no admite la critica. Tardarán poco en decir aquello de «estás conmigo o estás contra mi». Sin términos medios. Es la propia vida.