El gesto

Los políticos juegan con la memoria frágil de los ciudadanos, eso es tan cierto como que han hecho un arte del 'dije lo que dije pero quise decir otro dicho'. Pero es que hay cosas que se resisten al borrado. Esta es una.

Recuerdo preocupación en la familia. Porque en Castilla y León lo de tener un tío en Cataluña, o en el País Vasco, no es un tópico, es una realidad. Recuerdo que la crispación alcanzó tal nivel que uno temía que en cualquier momento pasara a muy mayores y muy peores. Recuerdo los discursos xenófobos, humillantes, supremacistas, del charlatán Torra, aplaudidos por ERC y por lo que siempre fue CiU, devenido ultranacionalista desde que a su tótem Pujol empezaron a hurgarle las cuentas.

Piden desde ese Gobierno atrapado por la coalición imposible que entendamos que es «un gesto» por la convivencia, más allá del perdón a los condenados. Y solo pido saber cuándo nos toca a los demás, los que no hemos declarado independencias ni llamado seres inferiores a los catalanes, un gesto.